Las compañías hoteleras sienten la competencia de la creciente industria de los pisos turísticas y casas compartidos, con Airbnb a la cabeza.

Marriott ha decidido que, si no puedes vencerlos, únete a ellos.

La empresa, cuyas marcas van desde el Courtyard de Marriott hasta el acogedor Ritz Carlton, está ampliando su experimento de home sharing, que ahora será una división completa que alquilará una villa en St. Barts, una casa de montaña en Lake Tahoe o un castillo irlandés.

La empresa está apostando fuerte en un mercado en el que otras empresas hoteleras todavía no han tenido éxito. Las nuevas Homes & Villas de Marriott International ofrecerán 2.000 propiedades de lujo en todo el mundo, que van desde una casa de un dormitorio por 200 dólares la noche hasta un castillo en Irlanda por 10.000 dólares.

La nueva división amplía así un experimento que el año pasado ofreció 500 viviendas en Europa. «Las cifras de demanda están haciendo que las empresas hoteleras se replanteen quiénes son fundamentalmente», explica Makarand Mody, profesor en la Escuela de Dirección Hotelera de la Universidad de Boston.

Marriott asegura que su prueba en Europa ha convencido a la compañía para dar el paso definitivo. Casi el 90 por ciento de los inquilinos eran miembros de su programa de fidelización Marriott Bonvoy. La mayoría viajaba por placer y, con una estancia media de cinco días, pasaba tres veces más tiempo en la propiedad que el huésped medio de un hotel.

Al dirigir esta nueva unidad de negocio, Marriott actuará más como una agencia de viajes o una plataforma de distribución online, como Airbnb o Booking o HomeAway, para las empresas de gestión inmobiliaria seleccionadas con las que ha decidido trabajar. La empresa no ha revelado, eso sí, la estructura de comisiones que ha establecido.

Consulta la noticia original en The New York Times

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