La actualidad informativa de los últimos meses se está caracterizando por un importante aumento de las noticias y reportajes dedicados a analizar la situación del sector turístico en España.
Lo que realmente resulta sorprendente, es que la mayoría de los contenidos que están generando los medios de comunicación de masas, especialmente aquellos emitidos por televisión, se centran en analizar los impactos negativos inducidos por el sistema turístico, que a día de hoy se encuentran protagonizados por el importante problema que está generando en muchos destinos turísticos el fenómeno de la economía colaborativa, fundamentalmente en el ámbito de las viviendas residenciales de uso turístico, que a través de plataformas como Airbnb y Homeaway, están penetrando con especial facilidad en los centros de las principales ciudades españolas y que en los casos más extremos, generan procesos de gentrificación y turistificación, con consecuencias dramáticas como son la expulsión de la población local de sus lugares de residencia habitual, y la pérdida de autenticidad de los destinos.
Y añadido a estos problemas, también proliferan los reportajes sobre el turismo de borrachera, del cual se quiere prescindir en muchos destinos vacacionales de sol y playa de nuestro litoral, así como el fenómeno de la demanda prestada que está recibiendo España.
La apuesta por el turismo sostenible debe ser consecuentemente la prioridad esencial de los gobiernos municipales, provinciales, autonómicos e incluso el gobierno de la nación, de manera que mediante un amplio consenso y contando con la participación de la población local y de los demás stakeholders del turismo, se planteen soluciones reales, prácticas y ágiles para solventar los problemas del turismo español, principalmente la prohibición de la expansión de las viviendas turísticas ilegales y la ordenación del crecimiento de las llegadas turísticas de manera que no se sobrepase la capacidad de carga física y psicológica de los destinos.
Dicho esto, considero que los medios de comunicación deben realizar una seria reflexión sobre la promoción de la turismofobia. La ciudadanía debe ser consciente de que la solución no pasa por manifestarse en contra de los visitantes, sino de proponer soluciones que ayuden a mejorar la sostenibilidad del sistema.
Dado que no es frecuente leerlo en los medios, desde el sector debemos hacer una seria reivindicación de los efectos beneficiosos del turismo para la sociedad española. Primero porque el sector se ha convertido en el tractor fundamental para la recuperación de la economía española tras la dura crisis sufrida, y los ciudadanos deben saber valorar y apreciar los impactos económicos positivos del turismo, así como su conocido efecto multiplicador sobre otros sectores de la economía.
En consecuencia, digo sí al turismo, porque además de los beneficios económicos, también conlleva beneficios sociales para las comunidades locales, gracias al intercambio cultural, a la apertura de la mentalidad que el desarrollo turístico trae consigo y a la fundamental contribución que el turismo tiene sobre el mantenimiento de la paz entre las naciones europeas. Sí al turismo, porque mediante esta actividad se consigue revalorizar y poner en valor recursos naturales y culturales que de otra manera estarían abandonados.
Sí al turismo, por los importantes esfuerzos que la administración turística española lleva haciendo durante décadas por mejorar el posicionamiento, la diversificación de productos, la apuesta por la calidad, la inteligencia y la sostenibilidad del sector. Sí al turismo, por los cientos de miles de profesionales cualificados que día a día trabajan en las mejores empresas con el objetivo de ofrecer un servicio de alta calidad e impregnar de un carácter acogedor y hospitalario a nuestro país.
Sí al turismo, por los miles de estudiantes que se preparan para ejercer esta profesión en las mejores universidades y reciben una excelente formación de la mano de un magnífico conjunto de docentes e investigadores universitarios en turismo que ejercen su labor con cercanía y profesionalidad.
Sí al turismo, porque nuestro país ha sido declarado líder en competitividad turística del planeta durante dos años consecutivos por el Foro Económico Mundial, con la consiguiente contribución al fortalecimiento de la Marca España. Y así podríamos continuar con muchos más motivos a favor del fenómeno turístico.
Es por ello, que los medios de comunicación deben hacer una profunda reflexión por transmitir a la sociedad, además de los problemas, los efectos positivos del turismo, y analizar seriamente los peligros de la turismofobia.
Y lo más importante de todo, debemos decir sí al turismo, porque en definitiva se trata de la industria de la felicidad, el sector que permite que millones de personas disfruten en nuestras ciudades, playas, montañas y pueblos de los mejores momentos, emociones y experiencias de su vida, un valor inmaterial e intangible que se transforma en recuerdos y que no se puede cuantificar de forma monetaria, porque forma parte del camino vital de las personas. Por todo ello, sí al turismo, no a la turismofobia.
Consultor de Turismo y Dirección Hotelera, Director del Master in
International Tourism Management en EAE Business School (Madrid), Docente Universitario en la Universidad Carlos III de Madrid, en la Universidad Europea de Canarias y en la Universidad Rey Juan Carlos. Alejandro Sepúlveda cuenta con nueve años de experiencia profesional en la hotelería nacional e internacional, intermediación turística y consultoría estratégica de turismo, así como numerosos méritos académicos y tres publicaciones académicas en el ámbito del turismo.