Los hoteles se ven cada vez más desafiados por los nuevos competidores y las cambiantes demandas y expectativas de sus clientes.
Cada vez está más claro que todos los actores «tradicionales» de la hostelería tendrán que innovar para hacer frente a estos retos. Mientras que algunos hoteles reconocen este hecho, e incluso lo acogen con beneplácito, otros lo niegan.
Estos últimos piensan que la única manera en que los hoteles pueden prosperar en una economía más diversa es recortar costes implacablemente y aceptar márgenes más bajos.
Mientras tanto, casi el 4 por ciento del Producto Interior Bruto de la Unión Europea lo genera la industria de la hostelería –hoteles, restaurantes y proveedores de servicios alimentarios– y aproximadamente uno de cada diez trabajadores de la Unión está empleado en esta industria. Estas cifras son similares en otras regiones del mundo.
Apoyada en estos datos, una nueva investigación sobre la tecnología y el futuro de los hoteles ha sido publicada por la Ecole hôteliere de Lausanne (EHL) y la HES-SO, Universidad de Ciencias Aplicadas de Suiza.
En términos de escenarios futuros, los empresarios de hostelería que inviertan en una serie de innovaciones se adaptarán mejor para aumentar la competitividad y reducir su brecha de productividad.
La simple adopción de innovaciones tecnológicas por sí sola no es suficiente para ganar competitividad; el pleno aprovechamiento de esas tecnologías sólo se logra si van acompañadas de un conjunto de innovaciones relacionadas en las relaciones con la organización, los clientes y los proveedores, y de un rediseño de los modelos empresariales existentes.
Aún así, muchas empresas encontrarán difícil conseguir las habilidades creativas y los mecanismos de innovación que necesitan. Las empresas para las que la innovación sigue siendo difícil de alcanzar tendrán dificultades para obtener buenos resultados y para cumplir con los requisitos de innovación.
Para una gran mayoría de las empresas de hostelería consultadas en el estudio, la innovación se trata de desarrollar nuevas tecnologías o competencia técnica. Las empresas que invierten fuertemente en nuevas tecnologías y capacidades técnicas obtienen rendimientos más altos.
Los altos ejecutivos y los altos directivos coinciden en la necesidad de fortalecer la capacidad de la industria para adaptarse e innovar continuamente, facilitando la inversión en nuevas tecnologías y adaptándose continuamente a las nuevas capacidades tecnológicas.
Sin embargo, y a pesar de la importancia del avance de la tecnología, estos valores no obtienen resultados significativamente más altos en la retención general de clientes y en la tasa de ocupación media de las camas. La inversión en nuevas tecnologías debe reforzarse mediante una combinación de varias formas de innovación.