Intentar generar ingresos en la hotelería y la hostelería se ha convertido en una carrera de obstáculos desde el inicio de la pandemia: toques de queda, cierres perimetrales, cierres parciales o totales,… un caos legal difícil de seguir incluso desde el punto de vista del cliente.
Desde el punto de vista de los hoteles, las ocupaciones tardarán en volver a ser altas, especialmente en muchos destinos urbanos. Por otra parte, con las restricciones en cuanto a la distancias sociales aún en marcha, es complicado obtener rentabilidad en los restaurantes. A ello hay que sumarle la aprensión de ciertos perfiles a la hora de compartir espacio sin máscara con desconocidos.
Hay quien ha conjugado todos estos problemas y les ha dado solución. Así lo muestra este reciente artículo de The New York Times: Hoteles urbanos de EEUU que han convertido algunas de sus Suites en salas privadas para almuerzos o cenas familiares. Para ello, el menú ha de estar reservado con antelación, y sólo un camarero tendrá algún contacto con los clientes: los acompañará desde la entrada al hotel hasta la Suite, durante la cena, y a su partida. Así, se cumple con los protocolos sanitarios pertinentes.
Esta idea, como muestran los establecimientos mencionados en el artículo, puede adaptarse a las necesidades de cada establecimiento:
- Ofrecer menús propios, bien sólo o con opción de maridaje
- Ofrecer menús de algún restaurante cercano de prestigio
- Menús cerrados o con opción de añadir extras sobre la marcha (vía app o QR)
Otra opción puede ser, si no se puede crear este tipo de menú, adaptar la idea y mezclarla con conceptos como el delivery, desde o hasta el Hotel. Me explico:
DELIVERY: desde o hasta el hotel
Ofrecer esa Suite o espacio privado del hotel para que un grupo de amigos o familia pida a domicilio comida del exterior, vía cualquiera de las apps que existen en el mercado.
Para un grupo de 6, cobrando 50€ por el uso de la sala 2-3hrs (como en el ejemplo de NYC), cada comensal apenas debe pagar 8€/pers y obtener a cambio la exclusividad del uso de ese espacio, con la tranquilidad en cuanto a distancia social que eso conlleva.
Probablemente haya aún quien asocie el pedido a domicilio con comida rápida. Sin embargo, llevan tiempo ofreciéndose en España,en modo take away, productos y menús de restaurantes y cocineros de prestigio, incluso con estrella Michelín.
Una última propuesta es la opuesta a la anterior. Si en el ejemplo anterior hablaba de crear sinergias entre los espacios privados vacíos del Hotel con las apps de reparto a domicilio, podemos darle la vuelta: Ofrecer comida a domicilio por parte del restaurante del hotel. No parece ser una opción utilizada en España, pero es algo que se ha convertido en popular en Singapur, por ejemplo. Incluso el celebérrimo Nobu Park Lane de Londres ofrece sus menús vía Deliveroo.
Algunas de estas ideas son puramente temporales, buscando la adaptación de espacios o servicios infrautilizados a la situación actual.
Sin embargo, otros son de largo recorrido. Y para muestra, apps como Supper, en Londres, que ofrece sólo comida y menús de alta calidad y restaurantes de prestigio. Arrancó pre-pandemia, y su concepto debe servir para abrir horizontes a otros profesionales.
Y tú, ¿Has adoptado ya alguna de estas ideas? ¿Planeas hacerlo?
Pablo Torres es un consultor hotelero español con sede en Londres, con 20 años de experiencia en el sector.
Ha trabajado 10 años en Hoteles de 5* (Operaciones, Rooms & Revenue Management), y como consultor y formador ha implementado, desde 2011, proyectos en más de 150 hoteles en 25 países de todo el mundo, habiendo formado directamente a más de 2,000 profesionales.