Sin duda, el emprendimiento y la tecnología en el sector travel se han asociado habitualmente a perfiles masculinos.

Pero, afortunadamente, el sector travel ha sido siempre un sistema abierto a talento, proyectos, carreras profesionales, emprendimiento, en femenino.

Esta serie de entrevistas que realizamos a mujeres del sector travel tech y emprendedor, principalmente, creemos que pueden aportar, además de su experiencia (de incalculable valor), una visibilidad única para seguir “rompiendo” barreras, “techos de cristal” y servir de inspiración, de motivación, para que otras mujeres no abandonen ni sus aspiraciones profesionales ni sus proyectos emprendedores.

En esta ocasión hablamos con Luz Alvarado, profesional con una larga y exitosa trayectoria profesional en nuestro sector y en el ámbito de marketing digital, revenue management, ecommerce, comunicación online, y business Intelligence.

Actualmente es cofundadora de ChartOk.com una plataforma centralizada de colaboración diseñada a medida para que los equipos del hotel gestionen el trabajo diario, conectando a los gerentes con el personal de primera línea, ayudando a construir una cultura digital de transparencia en el futuro del trabajo hotelero.

Y además lidera el BCN Chapter Leader para RaizUp, una plataforma basada en la identidad de comunidad, para crecimiento personal y profesional, dedicada a las mujeres y los grupos subrepresentados en el sector travel.

¿Qué relación tienes con el mundo del emprendimiento? ¿En qué momento decides convertirte en emprendedora (o intraemprendedora)?

En mi caso particular ha sido por una cuestión de oportunidades. Hay veces que todo encaja, tanto profesional como personalmente, y decides dar el paso. Para mi suerte, en los proyectos que he emprendido, he contado con amigos o colegas que han hecho aún más fácil la toma de esa decisión.

Uno de los retos más grandes a nivel personal fue dejar las sombras y tirar mi marca personal hacia adelante.

La famosa “zona de confort” existe, y no sales de ella, si no es realizando cambios estructurales en tu persona, tu vida profesional y tus rutinas.

De aprendizajes podría hacer un listado enorme, pero en mi opinión el más importante es perderle el miedo al rechazo y a fallar.

Nunca he sido fan de la incertidumbre, y a través del emprendimiento he aprendido a verle ventajas, como perder ese miedo a que no salgan las cosas como queremos.

Mi curiosidad por emprender empezó en 2015 cuando falló mi primera startup Foodie Amateur.

En 2019 después de darle muchas vueltas a la idea de hacer algo, con Joan Sanz, lanzamos chartOk, y desde entonces ha sido un camino que, aunque a raíz de la pandemia se ha desviado un poco, creemos que lograremos nuestro objetivo de redefinir el futuro del trabajo en la Industria de la Hospitalidad.

Por último, recientemente en septiembre lancé con mi pareja CompraEsencial.es, un modelo de marketplace que pone en alza valores como movilidad sostenible, colaboración al proveedor kilómetro cero y protección al comercio local en Barcelona.

¿Cuáles son los principales retos que has afrontado como mujer emprendedora?

Indico, en formato telegráfico, algunas de las situaciones vividas que, quizás, siguen siendo “retos” para las mujeres emprendedoras:

• Sentarme en una mesa directiva a exponer mi proyecto chartOK y que todo el mundo esté mirando a Joan Sanz (mi co-founder y hombre).
• Hablar con fondos de inversión o business angels donde, por mi condición de mujer, se pone en duda o “hacen caras” cuando pasamos a la parte más seria de la creación de la startup (administración, finanzas, proyección y crecimiento).
• Que en conversaciones de todo tipo se valoren los temas sobre soft skills e innumerables habilidades sociales o empáticas que tenemos las mujeres, por encima de la parte tecnológica o comercial.

Por tu experiencia y vivencias personales, ¿has notado la existencia del «techo de cristal»?

No más allá del que nos ponemos nosotras mismas. En una conversación con Marisol Turró (ex presidenta de Sercotel Hotel Group) para WHTT nos decía: “La regla 50/50 es un formalismo que considero inútil. Cuando contrataba personal para el proyecto de Sercotel no miraba el género, simplemente buscaba a alguien capaz de hacer el trabajo y de entender lo que intentábamos lograr. independientemente de si era mujer u hombre”.

Y mi pregunta siguiente es:  ¿cuántas mujeres damos el paso de presentarnos a puestos de trabajo de alto mando?

¿Qué consejos le darías a esas mujeres que se están planteando emprender para que se decidan a desarrollar sus propios proyectos?

Propongo algunos consejos, recomendaciones, etc. que creo pueden ser interesantes o, al menos, para mí lo han sido:

• Perder el miedo a la incertidumbre. Abrazarla. Las mujeres en su mayoría, por naturaleza, no damos el paso hasta estar muy seguras. Eso debe acabar, hay que lanzarse a la piscina.
• Muéstrate, celébrate. Tal como eres, no cómo tu familia, amistades o personas cercanas te ven, si no como realmente eres o incluso más allá: como quién te gustaría llegar a ser.
• Si fallas, no pasa nada. Si fallas, y no quieres volverlo a intentar, tampoco pasa nada. Si fallas y vuelves a intentarlo, enhorabuena.
• Y por último, le robaré una frase a Marisa Iturbide (Manager Co-Founder El Líder Imperfecto):“hemos venido a esta vida para hacer lo que nos haga feliz, no lo que haga feliz a los demás”.

A lo largo de tu carrera profesional, has conseguidos grandes logros, ¿De cuáles estás más orgullosa?

De las amistades, relaciones personales y profesionales que he conseguido en el camino.

Es inevitable que, de cada cosa que nos pasa, nos llevemos enseñanzas de todo tipo, positivas y no tanto, sin embargo creo que la riqueza de levantarse cada día se encuentra más en lo que aprendemos de las personas que de lo que aprendemos de las situaciones en sí.

No solo conocer a esas personas y aprender de ellas, sino poder colaborar en su crecimiento, que ellas colaboren en el mío, ayudarles a lograr un objetivo o cambio por pequeño que sea y a su vez, saber que puedo levantar el teléfono y llamarles cuando necesito de ellas y ellos es lo que me hace sentir más orgullosa.