Booking.com ha seguido de cerca la situación en Austria con respecto a la legislación que prohíbe los compromisos de paridad con las agencias de viaje online y ha emitido un comunicado para explicar su postura.
Dada la nueva legislación, Booking.com ya no impondrá precio, disponibilidad o condiciones de paridad con los alojamientos en Austria. Por lo tanto, estas propiedades podrán ofrecer precios más bajos en sus propios sitios web o en otras plataformas de reservas online en comparación con Booking.com, si así lo desean.
Booking.com considera que todavía «tiene derecho a solicitar a hoteles, sin ninguna amenaza de terminación u otra desventaja, ofrecer sus precios más bajos en Booking.com con el fin de maximizar sus ventas: los consumidores son mucho más propensos a reservar un hotel en Booking.com cuando el hotel ofrece sus mejores precios (mejor que sus competidores) en nuestro sitio web», ha afirmado la agencia en su comunicado.
En otros países europeos, Booking.com se adhiere a los compromisos modificados de paridad de tarifas que se aplicaron en todo el Espacio Económico Europeo el 1 de julio de 2015. Más de 25 autoridades de competencia en toda Europa y el resto del mundo han declarado públicamente que los compromisos satisfacen su legislación. «Creemos que estos compromisos están en el mejor interés de nuestros socios y clientes, ya que promueven el crecimiento de los alojamientos de todas las formas y tamaños, a la vez que garantizan la transparencia y precios excelentes para los consumidores».
Para Booking.com, «nuestros socios buscan que ofrezcamos una manera rentable de mantenerse competitivos y hacer crecer sus propias marcas en un entorno de viajes cada vez más internacional y dominado por los móviles. Booking.com no sólo ayuda a la repercusión internacional de nuestros socios a través de múltiples plataformas y puntos de contacto, sino que también presenta un canal de marketing muy rentable para ayudar a llenar sus habitaciones y hacer crecer sus negocios. Nuestros clientes continúan exigiendo -y merecen- un mercado transparente y abierto para la reserva de alojamiento».
El argumento de la OTA se basa en la consideración de que, en un mundo sin paridad, muchas propiedades independientes no podrán competir contra los grandes hoteles y cadenas y las pequeñas propiedades tendrán que hacer inversiones sustanciales para mejorar su visibilidad en metabuscadores y motores de búsqueda. Estas inversiones pueden en última instancia resultar en precios más altos.
«Independientemente de ello, nuestros socios y clientes pueden estar seguros de que nuestros equipos en todo el mundo están extremadamente dedicados a asegurarse de que cada alojamiento, independientemente de su tamaño o acceso a recursos, tiene una oportunidad justa de competir. Esta seguirá siendo nuestra visión global», asegura Booking.com..
Respecto al ranking de Booking.com
Otro de los temas polémicos que ha atacado la nueva legislación en Francia tiene que ver con el posicionamiento de los hoteles en los rankings de las agencias online, dando a entender que hay motivos económicos detrás de dicho posicionamiento, al menos en algunos casos.
En este aspecto, Booking.com asegura que el orden en que las propiedades se presentan inicialmente en los resultados de búsqueda es automático, de acuerdo con una fórmula de clasificación que ha estado en vigor desde 2004 y que tiene en cuenta una serie de factores. Un factor determinante clave es el tipo de conversión. «La tasa de conversión (es decir, la proporción entre el número de visitas y el número de reservas reales) puede verse influenciada por las propiedades mismas: cuanto mejor el servicio, fotos y comentarios de los clientes, mejor será la conversión», afirma la agencia online.
Para la OTA, la única forma de llegar a la parte superior de los resultados de búsqueda predeterminados en Booking.com es proporcionar un gran producto y experiencia a sus clientes, «no es algo que se pueda comprar pagando más comisiones».