Representantes de los principales consolidadores del mercado nacional han participado en una nueva sesión de ‘El ZOOM de ObservaTUR’, el foro de debate digital creado por el Observatorio nacional del Turismo Emisor.
El objetivo era tratar de reflexionar acerca del turismo post COVID-19, en un tiempo marcado por el confinamiento de los ciudadanos en prácticamente todo el planeta, la hibernación (en el mejor de los casos) de la economía mundial y el estado de alarma generalizado en todo el mundo.
Principales conclusiones
- Aunque se muestran cautos, se resisten a dar por perdido el año, consideran que ya se comienzan a ver movimientos y que en otoño, si todo marcha bien en el plano sanitario, podría afianzarse la recuperación; piensan, no obstante, que es una “quimera” alcanzar las cifras de 2019
- Son más pesimistas, en cambio, a la hora de hablar de la reactivación de su propia actividad, pues depende mucho del largo recorrido, apartado que –según coinciden– será el último en activarse, tras el ámbito doméstico o el contexto europeo
- Los españoles –dicen– tienen ya muchas ganas de viajar, aunque persiste la incertidumbre sobre cómo y donde viajar, pues los mensajes son todavía muy difusos
- Se ha subrayado que la cultura viajera de los españoles es una “inmensa oportunidad de negocio” para los agentes de viajes, que no han de ser meros distribuidores sino auténticos asesores de viajes
Los ponentes, por último, han destacado el valor de la tecnología, tanto en el pasado más reciente (“se ha demostrado que estamos muy avanzados”, según García) como de cara al futuro, aunque la crisis ha demostrado, han dicho, que “la tecnología sin las personas no vale de nada”, ha explicado el portavoz de Cógelo al Vuelo. Y lo han ejemplificado con el tema de los retornos, las repatriaciones y las devoluciones.