Por Francisco Sierra, director general N26 para España

El turismo ha pasado de ser una piedra angular en la economía española a convertirse en uno de los sectores más perjudicados por la crisis de la COVID-19. Hace pocas semanas descubríamos que el 45% de los españoles tenía planes para viajar al extranjero este año, pero la gran mayoría tuvo que cancelarlos como consecuencia de la pandemia.

Y ha sido así en todo el mundo, ya que la ONU calcula que el impacto sobre el sector podría hacer caer el PIB mundial entre el 1,5% y el 2,8%. Tras un atípico cierre de temporada de verano, marcado por las cancelaciones masivas de viajes y el desplome sin precedentes del número de turistas a nivel global, esta semana se conmemora el Día Mundial del Turismo en un contexto de gran incertidumbre pero con la confianza de que la industria volverá a remontar. Para afrontar el proceso de recuperación, la digitalización será, sin duda, una gran aliada.

En los últimos meses nuestra movilidad se ha visto tremendamente restringida, pero el mundo digital nos ha ayudado a sobrellevar la situación al ofrecer alternativas que nos han permitido trabajar, relacionarnos, comprar y consumir cultura y entretenimiento desde nuestros hogares. Hoy, muchos miramos ya hacia delante con la esperanza de poder volver a sentir la emoción de hacer las maletas y embarcarnos hacia un destino desconocido.

Pero lo tendremos que hacer en un nuevo escenario que nos obligará a rediseñar nuestra forma de viajar, del mismo modo que la movilidad compartida y el carsharing han transformado la movilidad urbana. La buena noticia es que, gracias a la tecnología móvil, podremos hacerlo de la forma más cómoda y segura posible.

Todos conocemos cientos de apps y servicios online que permiten disfrutar plenamente de la aventura de viajar, pero la banca móvil es probablemente una de las tecnologías más disruptivas. El hecho de poder viajar no solo con tu monedero en el bolsillo sino con todo tu banco, sin necesidad de poner el pie en ninguna oficina, y sin tener siquiera que tocar un cajero automático sería algo impensable hace apenas 5 años.

Manejar nuestro dinero al instante y, con un simple vistazo al móvil, planificar el presupuesto y pagar al mismo tiempo en cualquier lugar del mundo, sin gastos ni comisiones imprevistas, son ya realidades gracias a la banca 100% digital.

Nosotros lo tuvimos claro desde el principio, y hoy en día los e-wallets son un ejemplo de cómo la industria puede adaptarse y mejorar la experiencia de viajeros en todo el mundo. Otro de los servicios más apreciados por los clientes de banca móvil son los seguros de viaje y de movilidad que van asociados a las tarjetas premium.

Nuestro estudio sobre el ecosistema bancario en España también apuntaba a que los usuarios de banca móvil y digital son los más propensos a elegir destinos internacionales cuando viajan.

En definitiva, la situación provocada por la COVID-19 ha derivado en una oportunidad para repensar el futuro del sector turístico y hacernos reflexionar sobre nuestra manera de viajar y de compartir experiencias de forma más sostenible, pero también más ágil y, desde luego, más digital.

Las nuevas experiencias de realidad virtual nos permiten subir al Everest o visitar los Museos más importantes del mundo desde la comodidad de nuestro sofá, mientras esperamos a poder volver a hacer las maletas.

Pero, aunque decir esto hoy pueda parecer demasiado optimista, creemos que viajar volverá a ser más fácil que nunca. Y, cuando ese momento llegue, el móvil será una vez más nuestro mejor compañero de viaje.