Encontrar un buen equilibrio entre llevar un equipaje cómodo, no olvidar nada en casa y no ir excesivamente cargados de prendas que no vamos a utilizar finalmente es una cuestión que trae de cabeza a más de un viajero. A pesar de que siempre empezamos con ilusión los viajes y disfrutamos al máximo de las vacaciones, lo cierto es que uno de los puntos negativos del proceso está relacionado con todo lo que tiene que ver con hacer la maleta. Combinar funcionalidad, comodidad y estilo en una pequeña maleta puede ser todo un desafío, pero en el día de hoy nos hemos propuesto aportar el máximo número de consejos posibles para conseguir un equipaje polivalente y ligero, que nos acompañe sin ser una carga. 

Así, podremos llenar nuestra maleta de camisetas cómodas y bonitas, atuendos para salir por la noche, ropa de deporte y diferentes complementos según el destino elegido, adaptándonos a diferentes situaciones ni pasarnos de peso. Así estés planificando una escapada corta a una ciudad europea, tengas ya tus vacaciones de verano reservadas en una playa del Mediterráneo o quieras tener claro qué vas a llevar a tu próximo viaje a una capital como Nueva York o Tokio, aquí encontrarás los mejores tips para hacer de este proceso algo mucho más sencillo y práctico. Un equipaje polivalente será siempre un acierto para poder moverte sin cargas innecesarias y para llevar contigo prendas y accesorios versátiles que puedan adaptarse a los planes que vayan surgiendo por el camino. 

Los básicos: una prenda de cada

Una buena idea para armar un equipaje polivalente es empezar por los básicos, es decir, por aquellas prendas y accesorios que, sí o sí, vamos a utilizar. Si priorizamos el hecho de tener una maleta que sea ligera y fácilmente adaptable a distintos planes, necesitaremos optimizar el espacio, por lo que empezar por aquí siempre será una buena opción. Evidentemente todo dependerá del clima que haga en el país de destino pero, en términos generales, siempre deberíamos incluir un pantalón largo y uno corto, cuatro pares de camisetas, ropa interior para cada día y un look cómodo para viajar, como un pantalón de chandal o unas mallas. Además, también debemos incluir un par de zapatos extra a los que llevemos puestos y alguna prenda específica para el tipo de tiempo que nos encontraremos al llegar: un bañador para destinos de playa, un chubasquero para destinos lluviosos o un gorro y unos guantes si vamos a un destino de nieve.  

Escoge colores que combinen entre sí

El siguiente consejo es escoger los colores de las prendas que irán dentro de la maleta. Para optimizar el equipaje, lo mejor es elegir siempre colores básicos como el negro, el blanco, el gris o el beige, que fácilmente podrán combinar entre sí o con cualquier otro color. Para una maleta polivalente quizás sea poco interesante incluir prendas estampadas o colores muy llamativos, ya que se nos harán más difíciles de conjuntar en el día a día. Además de estos colores, también se pueden incluir camisetas en algún tono más acentuado, como verdes, rosas o rojos, de manera que podamos crear también algún outfit especial si surge la ocasión. 

Prioriza la ropa multifuncional

La ropa multifuncional es la base indiscutible de un equipaje polivalente. Seleccionar prendas como los pantalones convertibles o los vestidos vaporosos pueden ser la clave para encontrarnos cómodos en distintos contextos. De esta manera, un vestido vaporoso puede servir perfectamente para ir a la playa, para acudir a una cena con amigos o, incluso, para pasear en verano conociendo el casco histórico de una ciudad. Por otra parte, los pantalones convertibles y las chaquetas técnicas pueden ser una opción ideal para climas cambiantes, en los cuales pueden variar las temperaturas, llover o hacer sol a lo largo de un mismo día. 

El calzado, la cuestión más importante

Uno de los quebraderos de cabeza más grandes a la hora de hacer un buen equipaje polivalente es el calzado. En los destinos más calurosos siempre podemos optar por llevar dos pares de deportivas y comprar allí unas sandalias de playa, que nos quedarán de recuerdo y resultarán totalmente funcionales. Por su parte, en los destinos de frío es más recomendable llevar un calzado térmico ligero en la maleta, sobre todo por si surgen lluvias, y viajar directamente con unas buenas botas altas. Finalmente, si vamos a hacer excursiones específicas como un trekking por la montaña es recomendable llevar también un par de zapatos técnicos. Sea como sea, la idea será no llevar nunca más de dos pares de zapatos dentro de la maleta, además de los que vistamos en el momento de viajar. 

Reflexiona sobre la necesidad de cada elección

Para terminar con todos estos consejos para conseguir un equipaje polivalente no podemos dejar de mencionar sobre la importancia de reflexionar sobre cada elección que decidimos meter en la maleta. Para esto, una vez tengamos seleccionadas todas las prendas, cabrá preguntarnos si realmente vamos a utilizar cada una de ellas, al menos, un par de veces y si en el destino de las vacaciones hay posibilidad de conseguir alguna de esas prendas con facilidad. Ante todo, lo mejor es priorizar llevar un equipaje ligero y dejar de lado prendas prescindibles que, en cualquier caso, podremos adquirir durante el viaje a modo de recuerdo.