Apple presentó anoche el iPhone X, que la compañía ha descrito como «el futuro del smartphone». El nuevo modelo de Apple incluye una pantalla Super Retina de 5,8 pulgadas, chip A11 Bionic, carga inalámbrica y una cámara trasera mejorada con doble estabilización óptica de imagen. El iPhone X estará disponible para pedido anticipado a partir del viernes, 27 de octubre, en más de 55 países, y en las tiendas a partir del viernes, 3 de noviembre.
“Durante más de una década, nuestra intención ha sido crear un iPhone que sea todo pantalla. El iPhone X hace realidad esa visión”, ha dicho Jony Ive, director de diseño de Apple. “Con el lanzamiento del iPhone hace diez años, revolucionamos el teléfono móvil con Multi-Touch. El iPhone X marca una nueva era para el iPhone, una en la que el dispositivo desaparece, dando paso a la experiencia.”
“El iPhone X es el futuro del smartphone. Está repleto de increíbles tecnologías nuevas, como el innovador sistema de cámara TrueDepth, la espectacular pantalla Super Retina y un superveloz chip A11 Bionic con motor neuronal”, ha señalado Philip Schiller, vicepresidente sénior de Marketing Mundial de Apple. “El iPhone X ofrece al usuario experiencias nuevas y fluidas, como desbloquear el iPhone con Face ID, divertirse con inmersivos juegos de realidad aumentada y compartir Animoji en Mensajes. Esto marca el principio de los siguientes diez años para el iPhone.”
Una de las tecnologías más interesantes que incluye el nuevo terminal de Apple, con tremendas implicaciones para cualquier sector, incluido el turismo, es la identificación a través del reconocimiento facial, que está llamado a ser el nuevo mecanismo de identificación de pasajeros en aeropuertos o confirmación para medios de pago.
Face ID revoluciona la autenticación en el iPhone X mediante un sofisticado sistema de cámara TrueDepth formado por un proyector de puntos, una cámara de infrarrojos y un iluminador IR, y además utiliza el chip A11 Bionic para crear un mapa y reconocer una cara con precisión. Estas avanzadas tecnologías de detección de la profundidad se combinan para realizar de forma segura muchas tareas, como desbloquear el iPhone, habilitar Apple Pay y acceder a apps protegidas, por citar algunas.
Face ID proyecta más de 30.000 puntos IR invisibles. La imagen IR y el patrón de puntos pasan por las redes neuronales para crear un modelo matemático de la cara, y los datos se envían al Secure Enclave para confirmar la coincidencia, mientras que el aprendizaje automático se adapta a los cambios físicos en la apariencia que pueden producirse con el tiempo. Toda la información facial guardada se protege en el Secure Enclave para mantener un altísimo nivel de seguridad, mientras que el procesamiento se realiza en el dispositivo, y no en la nube, para proteger la privacidad del usuario. Face ID solo desbloquea el iPhone X cuando el cliente mira hacia él, mientras que redes neuronales perfectamente entrenadas impiden la intrusión con fotos o máscaras.