Para las organizaciones de marketing de destinos –DMOs, por sus siglas en inglés–, determinar cómo los viajeros terminan en su destino no siempre es una propuesta sencilla.

Muchos viajeros deciden dónde realizar su próximo viaje en función de factores predeterminados, como eventos sociales (por ejemplo, conciertos, festivales) o la ubicación de casas de vacaciones o familiares fuera de la ciudad.

Estos viajeros generalmente saben dónde quieren ir y cuándo. Sin embargo, de acuerdo con una investigación realizada por la consultora Phocuswright, dos de cada cinco viajeros eligen su destino basándose en otros factores. En otras palabras, no tienen compromisos específicos y sus opciones están abiertas.

Los viajeros que eligen un lugar por razones distintas a los lazos personales u obligaciones sociales a menudo tienen motivos más profundos para conectar con su próximo destino.

Puede que no sepan exactamente dónde van a disfrutar de sus próximas vacaciones, pero están motivados para aprender sobre otras culturas, ver maravillas naturales o participar en actividades de viajes de aventura. Para los vendedores de destinos, este es un atractivo grupo de viajeros por muchas razones.