El portal b2b de innovación turística

Actualidad, DESTACADO

Del clic al destino: cómo los datos digitales están reescribiendo la planificación de viajes

Del clic al destino: cómo los datos digitales están reescribiendo la planificación de viajes

La forma en que se planifican los viajes ha cambiado radicalmente. Lejos de los folletos impresos y las recomendaciones de agencias tradicionales, hoy los viajes comienzan con una búsqueda, un «me gusta» o una compra online. Según datos de Phocuswright y PhotoAiD, el 62% de los viajeros empieza a planificar sus vacaciones después de interactuar con contenido online, mientras que el 75% admite estar influenciado principalmente por las redes sociales.

Sin embargo, el fenómeno va mucho más allá de las plataformas sociales. Las decisiones de viaje se ven condicionadas por un amplio espectro de señales digitales: desde búsquedas en Google hasta hábitos de compra, historial de ubicación y preferencias de navegación. Esta acumulación de datos —la llamada «huella digital»— es lo que permite a las plataformas más avanzadas anticiparse a los intereses del usuario y ofrecer propuestas personalizadas.

Empresas como Dragonpass están aprovechando esta transformación para redefinir su oferta. Con más de 40 millones de usuarios, la plataforma utiliza modelos de inteligencia artificial para adaptar sus servicios a cada perfil. El resultado: experiencias que comienzan mucho antes del embarque y que convierten los tiempos muertos, como una escala en el aeropuerto, en momentos de valor añadido.

Andrew Harrison-Chinn, director de marketing de Dragonpass, explicó que lo determinante ya no es solo lo que el viajero expresa de forma explícita, sino todo su comportamiento digital. «Las búsquedas que realiza, los lugares que visita, las interacciones en redes sociales… todo esto alimenta los modelos que nos permiten anticipar lo que va a necesitar», detalló. Esta capacidad de lectura en tiempo real representa un reto para las marcas turísticas: adaptarse a una demanda que no solo es cambiante, sino que se expresa de manera silenciosa.

La planificación de viajes ya no es un proceso lineal. Ahora, puede comenzar con un vídeo en TikTok, continuar con una búsqueda en Google y terminar con una compra influenciada por un anuncio personalizado o una sugerencia automatizada. Este recorrido obliga a los profesionales del turismo a repensar el embudo de conversión tradicional y diseñar estrategias que respondan a múltiples estímulos, en tiempo real.

Además, el informe destaca que el 81% de los viajeros busca experiencias inmersivas en la fase de inspiración, mientras que un 79% espera que las marcas recuerden sus preferencias y les hagan sentir únicos. Esta exigencia emocional y personalizada no solo redefine el marketing turístico, sino que también abre la puerta a nuevos modelos de fidelización basados en reconocimiento e individualización.

Otro dato relevante del informe de Accenture es que el 93% de los usuarios activos de herramientas de IA generativa estaría dispuesto a utilizar estas soluciones para apoyar sus decisiones de compra. En el caso del turismo, eso implica desde sugerencias de destinos hasta seguimiento de precios, recomendaciones según historial y asistencia durante imprevistos.

Dragonpass, por su parte, representa un caso práctico de esta evolución. Gracias a la integración de IA, la empresa puede ofrecer beneficios personalizados que transforman incluso el tránsito aeroportuario en una experiencia de bienestar o estilo de vida. Desde accesos a salas VIP hasta recomendaciones ajustadas al perfil del viajero, la propuesta se adapta dinámicamente a las señales digitales del cliente.

La principal conclusión para el sector es clara: las estrategias tradicionales de captación y conversión ya no bastan. Los viajeros esperan propuestas que se alineen con sus intereses, sin necesidad de explicarlos. Y para lograrlo, las marcas deben estar preparadas para leer, interpretar y actuar sobre los rastros digitales que cada cliente deja en su recorrido online.

Para los profesionales del turismo, esto implica repensar canales, herramientas y contenidos. La clave no estará solo en generar impacto visual o promociones agresivas, sino en construir relaciones de largo plazo basadas en la comprensión profunda del comportamiento digital del cliente. En este nuevo escenario, la personalización ya no es un extra: es la norma.

Información original en Travolution.

Últimas noticias