El portal b2b de innovación turística

El portal b2b de innovación turística

Actualidad, DESTACADO

Contrato de alquiler vacacional: Tu guía completa

Contrato de alquiler vacacional: Tu guía completa

Contrato alquiler vacacional

El turismo residencial sigue experimentando un auge de demanda entre todo tipo de viajeros, siendo las familias las principales demandantes de este tipo de modalidad alojativa. Del mismo modo, también existe un interés creciente en aquellos particulares, gestores e inmobiliarias que, tanto por el rendimiento económico del alquiler vacacional, como por la seguridad que aporta el alojar inquilinos por periodos cortos de tiempo, se han lanzado o se quieren lanzar a la comercialización de alquileres de corta estancia.

Es importante que siempre que exista una transacción de este tipo, se considere formalizar adecuadamente un acuerdo escrito entre anfitrión y huésped. Un contrato bien redactado no solo protege tus intereses como propietario o arrendador, sino que también ofrece a los inquilinos una comprensión clara de sus derechos y obligaciones durante su estancia.

En este artículo, te proporcionamos información valiosa y práctica para que puedas elaborar un contrato de alquiler vacacional que refleje tus exigencias, cumpla con la normativa y te brinde tranquilidad.

Con la tendencia a alquilar cada vez más espacios para disfrutar de unas merecidas vacaciones, una escapada o un viaje de trabajo en un entorno acogedor, la claridad y seguridad jurídica son más importantes que nunca. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para estructurar un contrato claro y sólido.

Descubre la importancia de dejar constancia escrita de las condiciones de tu alojamiento por medio de un contrato para alquiler vacacional.

Definición y propósito del contrato de alquiler vacacional

Comprender el significado y la finalidad de un contrato de alquiler vacacional es básico para asegurar una experiencia tranquila tanto para anfitriones como para huéspedes. Este documento es fundamental en la relación entre las partes, ya que detalla los aspectos legales clave y establece las bases para un buen mantenimiento del inmueble.

  • Marco legal: El contrato actúa como un marco legal que define la relación entre el propietario e inquilino, detallando derechos y deberes, condiciones del alquiler y medidas para la protección de la propiedad.
  • Claridad y seguridad: Su objetivo principal es ofrecer claridad y seguridad, previniendo malentendidos y posibles disputas.

El contrato también facilita la gestión de expectativas:

  • Para el arrendador: Permite especificar normas de uso y conservación del inmueble, políticas de cancelación y posibles sanciones.
  • Para el arrendatario: Ofrece detalles claros sobre la propiedad, la duración del alquiler y los términos financieros, incluyendo renta y condiciones para la fianza.

Un contrato de alquiler vacacional efectivo debe incluir:

  • Identificación completa de las partes.
  • Descripción detallada de la propiedad.
  • Duración del alquiler y términos financieros.
  • Obligaciones específicas de cada parte.

El contrato entre huésped y anfitrión es una garantía para las partes, es importante saber qué puntos destacar además de los términos generales de la actividad del alquiler turístico. Si bien lo ideal es un contrato firmado, has de tener en cuenta que la casilla de aceptación de términos y condiciones que aparece a la hora de formalizar una reserva implica que el viajero ya está aceptando tus cláusulas, por lo que es importante dejar constancia y se indiquen con claridad las prácticas particulares que afecten a la actividad.

Obligatoriedad del contrato en el alquiler vacacional

Aunque la formalización de un contrato entre anfitrión y huésped de alquiler vacacional solo es obligatoria en algunas comunidades autónomas como es el caso de Andalucía, contar con un contrato escrito es siempre recomendable.

Este contrato es crucial para definir claramente los términos y condiciones del alquiler, protegiendo legalmente tanto al propietario como al inquilino y, en cualquier caso, como indicábamos en el punto anterior, es interesante que siempre dejes reflejados en términos y condiciones las situaciones particulares que quieras asociar a tu forma de gestionar como puede ser la hora de entrada y salida, fianzas, etc.

Es recomendable que tanto propietarios como inquilinos revisen y comprendan bien el contrato, y si es necesario, consulten a un profesional legal para asegurarse de que cumple con todas las normativas aplicables.

Identificación de las partes y detalles del inmueble

El primer paso en la redacción de un modelo de contrato de alquiler vacacional es dejar constancia de los datos personales de las partes involucradas. Es importante especificar a quién afecta el contrato, detallando nombres, números de identificación, direcciones, teléfonos y correos electrónicos, tanto del arrendador como del arrendatario.

La descripción detallada del inmueble que se alquila es otro componente importante del contrato. Debe abarcar la localización exacta de la propiedad, sus atributos físicos, incluso no está de más aportar un inventario de mobiliario y enseres así como el estado de conservación actual. Proporcionar esta información detallada asegura que el inquilino tenga una comprensión integral del espacio que va a ocupar, previniendo posibles malentendidos.

Adicionalmente, es vital considerar que las regulaciones sobre alquileres vacacionales pueden variar entre las distintas comunidades autónomas de España. Tanto propietarios como inquilinos deben estar informados y cumplir con estas regulaciones locales para garantizar un alquiler legal y sin contratiempos.

Duración y condiciones financieras del alquiler

Establecer la duración del contrato, basado en las fechas de inicio y finalización del período de alquiler, es fundamental. Uno de los alicientes que animan a muchos propietarios a trabajar el alquiler vacacional, es la garantía de que sus huéspedes tienen fecha fija de salida, este tipo de alquileres, tienen una normativa distinta a la de los alquileres tradicionales y aunque el origen de toda regulación inmobiliaria parte de la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), las viviendas de alquiler vacacional se rigen por normativas derivadas a cada Comunidad Autónoma o municipio. 

En este sentido, este tipo de viviendas no se ven afectadas por los problemas de impagos y okupación más habituales en otro tipo de alquileres, ya que no se pueden utilizar como «vivienda habitual» y la duración de las estancias no superar el mes o dos meses, en función de la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos.

En cuanto a los aspectos económicos, el contrato de alquiler vacacional debe establecer con precisión el precio de la estancia, los tiempos para efectuar los pagos y las políticas de cancelación. En caso de haber fianza, también debe ser cuantificada y se debe detallar el procedimiento para retener el importe que aplique, el tiempo que va a estar retenido dicho importe y las condiciones de cobro por daños bajo las cuales será devuelta, o no, al inquilino.

Obligaciones y derechos de propietarios e inquilinos

La piedra angular de un contrato de alquiler vacacional es el apartado que define los derechos y obligaciones de las partes. Para el propietario, esto incluye garantizar que la vivienda se encuentre en condiciones óptimas para ser habitada y responder ante cualquier incidencia que pudiera surgir. Por su parte, el inquilino se compromete a mantener el inmueble en buen estado, hacer un uso adecuado de las instalaciones y comunicar a tiempo cualquier problema que pueda aparecer.

Es importante que este contrato especifique con claridad las responsabilidades de cada parte. Por ejemplo, el propietario debe poner a disposición del huésped una serie de requisitos marcados por la regulación de su municipio como por ejemplo un contacto de emergencia o información de la zona, entre otros aspectos, mientras que el inquilino debe comprometerse a no realizar actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. Además, es fundamental acordar cómo se gestionarán los posibles daños o desperfectos que puedan ocurrir durante la estancia.

Legislación aplicable

En España no hay una ley uniforme para el alquiler turístico, como hemos mencionado, la base de la norma nace de la ley de arrendamientos urbanos, pero son las disposiciones específicas de cada Comunidad Autónoma, las que conforman la normativa sobre las distintas categorías de inmuebles comercializados en alquiler turístico o vacacional.

Además de las obligaciones asociadas al tipo de actividad, cada Comunidad Autónoma define una serie de requisitos específicos que van incluso a determinar el poder optar a la adquisión de una licencia turística para poder llevar a cabo la actividad o, en caso de incumplimiento, revocarla. Por estas razones, es recomendable consultar con un experto en la materia o realizar una investigación detallada sobre las leyes aplicables en la zona donde se encuentra la propiedad vacacional.

Uso de plataformas digitales y seguros asociados

Las plataformas digitales como Airbnb o Booking.com, llevan muchos años trabajando con alquileres de estancias cortas y tienen en cuenta las necesidades de los propietarios para evitar conflictos de intereses, no obstante, si tienes la posibilidad de definir a medida tus condiciones por medio de un contrato personalizado o la contratación de un seguro específico de alquiler turístico o de responsabilidad civil, obligatorio ya en muchos municipios para poder obtener la licencia turística, te lo recomendamos para que puedas gestionar con todas las garantías, tranquilidad y profesionalidad.

Últimas noticias