Airbnb cuenta ya con más de cuatro millones y medio de anuncios en su plataforma, repartidos en 192 países y 80.000 destinos. La semana pasada, el CEO de Booking Holdings, Glenn Fogel, aseguraba de Booking.com contaba ya con más de cinco millones de anuncios sobre alojamientos alternativos, en un esfuerzo por posicionarse por delante de Airbnb en este segmento.
Según un comunicado emitido por Airbnb «estamos haciendo posible que haya personas que viajan en todos los rincones del mundo. El crecimiento del intercambio de viviendas también ha significado muchos miles de millones en actividad económica en comunidades que tradicionalmente no reciben muchos turistas».
El tono de la carta de Airbnb se vuelve más agrio al lamentar que, «a medida que el intercambio de viviendas ha crecido, la industria hotelera ha impulsado medidas draconianas para proteger sus enormes ganancias. Airbnb no estaba pagando impuestos. Ahora, después de haberse reunido con más de 400 gobiernos en todo el mundo, han cambiado su tono».
Según Airbnb, la industria hotelera en su conjunto ha acumulado miles de millones en sus fideicomisos y continúa exigiendo miles de millones en exenciones de impuestos a los gobiernos de todo el mundo.
Para demostrar su voluntad en la recaudación de impuestos, Airbnb ha publicado los siguientes datos:
Hasta la fecha, Airbnb tiene asociaciones tributarias con más de 400 gobiernos locales en todo el mundo. Es cierto que 370 de estos acuerdos se circunscriben a los 32 estados de Estados Unidos donde la compañía ha firmado este tipo de colaboración.
Hasta la fecha, Airbnb asegura haber recogido más de 500 millones de dólares impuestos. Según la compañía, «estamos comprometidos a expandir nuestra participación en los mercados mundiales. Los acuerdos voluntarios de cobro son una herramienta importante para que los gobiernos generen ingresos adicionales, y los líderes locales de todo el mundo están de acuerdo, a pesar de lo que dicen los grandes hoteles, en que Airbnb es una gran ayuda para las comunidades locales».
El eterno debate sobre la legalidad de Airbnb parece no tener fin.
