La crisis sanitaria ha acelerado la implantación de muchas tendencias que hubiesen tardado años en desarrollarse. Un ejemplo evidente es el teletrabajo, una nueva realidad a la que han tenido que adaptarse los espacios y que ha transformado el concepto de viviendas, oficinas, hoteles y tiendas como los conocíamos hasta ahora. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “The new habitat. Los espacios que habitamos en la realidad pospandémica”, realizado por APE Grupo en colaboración con future-A y que se ha presentado hoy en Casa Decor.
El informe constata cómo ha influido la crisis del coronavirus en el diseño de los diferentes espacios que habitamos: hogares, oficinas, hoteles y tiendas. Para su realización se ha llevado a cabo una investigación de tendencias en el ámbito internacional y se ha analizado la opinión de 180 expertos españoles del diseño de interiores y la arquitectura.
“En este momento de inflexión estratégica, la innovación es necesaria para adecuarnos a los desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad”, ha asegurado José Miguel Pellicer, CEO de APE Grupo. “Estamos viviendo un periodo de incertidumbre, por lo que en APE Grupo sentimos el deber de investigar y compartir este conocimiento” a través de un documento “pionero en el sector que anticipa los cambios más significativos en viviendas, oficinas, hoteles y comercios, es decir, nuestros espacios vitales”, concluye.
‘Workspitality’: el teletrabajo como gran oportunidad para los hoteles.
Está claro que el concepto de vacaciones ha cambiado para siempre. Las opciones de viaje que permiten desconectar del estrés urbano están cogiendo fuerza y se revitalizan a través de fórmulas que permiten aislarse y permanecer seguros, así surge también el concepto del hotel como refugio, donde conectar con la naturaleza: una cuestión vital para el viajero de los próximos años. Los hoteles aislados en medios de parajes naturales han sido los que mejor han sobrevivido a la crisis del turismo. A la vez siguen apareciendo nuevos proyectos que aprovechan su ubicación para crear espacios aislados, centrados en la salud holística del viajero y pensados para el turista doméstico que habita en grandes urbes.
En cualquier caso, el sector hotelero ha sido uno de los más castigados durante la crisis sanitaria al perder la conexión con su cliente internacional, lo que ha obligado a generar estrategias para diversificar su negocio. Hasta ahora, los hoteles eran espacios que, en cierta manera, vivían al margen de la ciudad; tras la pandemia han tenido que convertirse en núcleos de socialización y están buscando un nuevo papel como entidades culturales, sociales y económicas.
El hotel ya no quiere ser un espacio destinado en exclusiva al turista o viajero de negocios, sino que quiere lograr un posicionamiento como espacio conectado a su entorno y convertirse en un ente participativo en los lugares en los que se ubica. Se replantea su funcionalidad, impulsado por la necesidad de diversificar el negocio y desarrollar fortalezas ante crisis como la actual, pero también como un cambio necesario para convertirlos en lugares híbridos y cambiantes, asumiendo nuevas funciones.
Así se generan espacios combinados entre hotel y oficina, donde los cada vez más numerosos teletrabajadores encuentran los servicios adecuados a sus necesidades; es decir, lo que se conoce como workspitality. Estos modelos serán muy importantes en la oferta hotelera de los próximos años, según opina un 69% de los profesionales del sector. De hecho, los diseñadores de interiores y arquitectos españoles valoran muy alto (un 8,1 sobre 10) la oportunidad de negocio del teletrabajo para los hoteles.