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Si gestionas alquiler turístico, de corta o media estancia (flex-living) te interesa saber que 2026 trae nuevos requisitos, esta vez para la emisión de facturas. Durante el próximo año, te va a interesar estar actualizado en tu software de gestión para, no solo cumplir y automatizar otros procesos, sino tener la capacidad de emitir facturas verificadas por software VERIFACTU, la nueva manera que tiene la AEAT de evitar errores y fraudes en la facturación.
En esta guía sobre Verifactu para reservas online, que también puedes descargar, te explicamos, de forma práctica y sin tecnicismos, qué exige la norma, cuándo aplica, a quién afecta, cómo funciona y qué pedirle a tu software para cumplir sin convertir la facturación en un atasco en la gestión de tu alquiler flexible.
¿Qué es Verifactu y por qué impacta al sector turístico y alojamientos?
VERI*FACTU es la normativa del Ministerio de Hacienda que persigue reforzar el control del IVA regulando los Sistemas Informáticos de Facturación (SIF), es decir, los programas con los que emites facturas. Su finalidad es clara: que cada factura sea íntegra y trazable, gracias a requisitos técnicos (huella/encadenado, registro de eventos y QR) que evitan manipulaciones y facilitan la verificación.
Para un operador de alojamientos, Verifactu fija cómo deben crearse, conservarse y verificarse las facturas en España. En la práctica, la factura deja de ser un PDF “tocable” y pasa a ser un registro protegido y auditable: si hay un error, no se edita la original; se emite una rectificativa que la referencia y mantiene la cadena.
El impacto no es solo operativo, también reputacional: baja la probabilidad de errores, aporta transparencia, hace los procesos auditables y genera confianza en clientes y en el área fiscal. Adaptarte reduce disputas con cuentas B2B, evita rehacer periodos contables y profesionaliza tu gestión.
🚩Verifactu no es e-factura B2B. Verifactu define cómo nace y se custodia la factura (y, si se elige, su envío a AEAT); la e-factura regula cómo la intercambias con otras empresas. Son piezas complementarias.
Calendario y entrada en vigor
El funcionamiento y entrada en vigor de Verifactu está recogido en el Reglamento del RD 1007/2023, con ajustes del RD 254/2025. Más allá de la letra legal, lo importante para tu operativa es cuándo te afecta y cómo prepararte sin improvisaciones.
Desde julio de 2025 los gestores pueden hacer pilotos con software compatible.
Fechas clave:
1 de enero de 2026 para sociedades.
1 de julio de 2026 para autónomos y profesionales con actividad económica.
¿A quién afecta? Afectados y exclusiones
La obligación de Verifactu se aplica a todas las facturas que deban emitirse conforme al Reglamento de obligaciones de facturación (completas, simplificadas y rectificativas), con independencia de que la operación sea con IVA, exenta, intracomunitaria o de exportación, y tanto en B2B como en B2C. No cambia quién debe facturar, sino cómo deben funcionar los sistemas que emiten y conservan esas facturas.
Afectados clave
- Empresas (IS) y autónomos/profesionales (IRPF/IRNR-EP) domiciliados en territorio común. Si emites factura en España (régimen común), tu SIF debe ajustarse a Verifactu.
- Gestores de alquiler turístico, estancias cortas, media estancia y flex living que estén obligados a emitir factura. Que la reserva venga por OTAs (Booking, Airbnb, etc.) no te exime: si hay obligación de facturar, debe hacerse conforme al RRSIF.
Exclusiones principales
- SII (Suministro Inmediato de Información): quienes ya llevan los Libros registro de IVA por SII (obligatoria o voluntariamente) están excluidos del cumplimiento de Verifactu.
- Régimen foral: País Vasco y Navarra quedan fuera del ámbito territorial del reglamento estatal, al aplicar sistemas propios (p. ej., TicketBAI).
Cómo funciona Verifactu: Trazabilidad, QR y el fin de la modificación de facturas
El software Verifactu no actúa como un “maquetador de PDFs», sino que genera registros protegidos, a partir de ahí, la factura puede presentarse en PDF o en papel, pero partiendo de un original fiable y verificado, asegurando que la factura no se pueda manipular y pudiendo comprobarse su veracidad por medio de un QR.
Cada documento o factura Verifactu incorpora elementos específicos que garantizan su inalterabilidad y trazabilidad:
- Huella (Hash) y encadenamiento: El sistema sella el documento, calcula una huella criptográfica (hash) y lo encadena con los registros anteriores, lo que significa que cualquier intento de cambio posterior quedaría al descubierto.
- Código QR para verificación: Se genera un código QR que se inserta automáticamente en el PDF o la versión impresa. Al escanear el QR, el huésped o la empresa puede verificar que la factura existe y coincide con la que han recibido.
- Comunicación con la AEAT: El software construye un «payload» con los datos esenciales (emisor, serie, fecha, importes e impuestos, etc.) y tiene la capacidad de comunicar esos datos esenciales a Hacienda.
El cambio más significativo en la operativa diaria es que las facturas no podrán modificarse una vez emitidas. Si se detecta un error, no se puede editar la factura original; en su lugar, se debe crear una factura rectificativa (como R1 para ajuste o R4 para anulación) que referencia a la original, manteniendo la trazabilidad completa que exige Verifactu. Tampoco será posible facturar con fechas posteriores a la fecha real de emisión.
La elección de modalidad: Verifactu (envío inmediato) vs No Verifactu (custodia local)
Usar un sistema de facturación conforme a Verifactu no es opcional. Da igual el tamaño de tu operación o si trabajas más con OTAs o con reservas directas; el SIF debe garantizar integridad (hash y encadenado), trazabilidad (registro de eventos), verificación (QR) y la gestión correcta de rectificativas.
Donde sí tienes margen es en cómo te relacionas con la AEAT. Puedes trabajar en modalidad Verifactu, es decir, enviando los datos esenciales de cada factura casi en tiempo real y guardando la respuesta, o en modalidad No Verifactu, en la que no envías de inmediato y asumes la custodia local de tus registros firmados y del log de eventos (conservación mínima de cuatro años) para entregarlos íntegros si Hacienda te los requiere. En términos prácticos, con envío sueles tener menos incertidumbre y menos requerimientos, y además puedes consultar “estados” (aceptada/rechazada), algo que da mucha tranquilidad en B2B; sin envío, necesitas más disciplina documental y técnica y aceptas que es más probable recibir solicitudes de información.
Hay un matiz temporal importante: si arrancas el año en Verifactu (con envío), no puedes bajar a No Verifactu hasta el siguiente ejercicio. En cambio, si empiezas en No Verifactu, sí puedes “subir” a Verifactu a mitad de año cuando lo veas conveniente. Por eso compensa tomar la decisión con cabeza, no solo por cumplimiento, sino por cómo impacta al cobro, al cierre de mes y a la carga de tu equipo.
¿Qué implica cada modalidad en la práctica?
Verifactu (con envío)
Menos fricción posterior: la AEAT ya tiene tus libros de facturación; suele haber menos requerimientos.
Visibilidad operativa: puedes consultar estados (aceptada/rechazada), lo que ayuda en relaciones B2B y auditorías.
Útil si: tienes volumen, clientes empresa que exigen verificación, varios emisores/series o quieres minimizar incertidumbre.
No Verifactu (sin envío inmediato)
Misma norma técnica: integridad, hash encadenado, QR, registro de eventos y rectificativas se exigen igual.
Más disciplina interna: debes custodiar los registros firmados y el log de eventos (mín. 4 años), con capacidad de aportarlos íntegros.
Más exposición a requerimientos: al no enviar, es más probable que te pidan información.
Cómo adaptarse. Requisitos clave
El cambio clave es abandonar documentos editables (Excel/Word) y operar con un Sistema Informático de Facturación (SIF) conforme a Verifactu.
No basta con “sacar facturas”. Con reservas directas, las que entran por tu web/motor de reservas, teléfono, email o recepción, con ventas a través de OTAs (Booking, Airbnb, etc.) y con estancias de media duración (mid-term/flex), necesitas un SIF conforme a Verifactu que genere un registro inalterable y verificable (hash + QR + registro de eventos) y que se integre con tu operativa (PMS/Channel Manager/pagos). La diferencia está en encadenar reserva-cobro-factura y en cómo el sistema gestiona errores y cambios sin romper la trazabilidad.
Si ya usas un programa, contacta con tu proveedor y comprueba que están homologados con Verifactu.
Qué debe cumplir tu software (imprescindibles):
- Huella/QR y registro encadenado. Generación del hash y QR en cada factura (completa y simplificada), con registro de eventos consultable.
- Anticipos y rectificativas nativas (R1/R4). Flujo completo: anticipo facturado al cobro, final que descuenta y referencia, y rectificativas que no rompen la cadena.
- Múltiples emisores/series. Soporte limpio para varias sociedades/unidades y reglas de numeración por serie.
- Integración operativa. Conexión real con PMS/Channel Manager y pasarela de pago para que reservas, cobros y facturas fluyan sin dobles apuntes.
Obligaciones y riesgos de no adaptarse
La manera más segura de evitar incidencias es estandarizar el circuito y dejarlo por escrito. No es burocracia: es lo que desbloquea cobros y cierres
- SIF conforme a Verifactu. Asegúrate de que tu sistema genera hash/encadenado, QR y registro de eventos, y que (si eliges esa modalidad) envía los datos a AEAT con estados de aceptación/rechazo. Sin esto, tu facturación no cumple la norma técnica.
- Series y emisores claros. Define numeraciones por sociedad/activo/línea de negocio y documenta cuándo usar cada serie. Evita las “series comodín” porque rompen la trazabilidad y complican cierres y auditorías.
- Flujo Anticipo. Final/Rectificativa (R1/R4). Estandariza el circuito para que todo el equipo sepa qué documento va en cada momento. Así evitas facturas duplicadas, descuadres y discusiones con Finanzas.
- Anticipo: el IVA se devenga al cobro se factura. Cada depósito o señal debe facturarse en el momento del cobro, con su propia serie si procede. Esto deja rastro claro y evita problemas de devengo.
- Final: referencia y descuenta el anticipo facturado. La factura final debe enlazar con el anticipo y restarlo expresamente. Deja el neto pendiente transparente y cierra bien la cadena documental.
- Rectificativas: corrigen sin editar la original y mantienen la cadena. Usa R1 para ajustes y R4 para anulaciones, siempre referenciando la factura afectada. Nunca edites una factura ya emitida: perderías integridad y trazabilidad.
- Control mensual. Revisa numeraciones, estados de envío (si estás en modalidad Verifactu) y incidencias repetidas. Un checklist corto mensual detecta fallos antes de que afecten al cierre o al cobro.
No adaptarse a Verifactu no solo expone a sanciones: encarece la operación. En alojamientos con reservas online, los problemas aparecen donde más duele: cobros retenidos, cierres de mes que se atascan y problemas por documentos “retocados”. Verifactu nace precisamente para cortar ese ciclo: facturas íntegras, trazables y verificables que nadie tiene que “arreglar” después.
Riesgos y costes operativos
- Facturas invalidadas y IVA cuestionado. Cualquier edición posterior rompe la cadena: contabilidad rehace asientos y el cierre se alarga.
- Cobros retenidos en B2B. Cada vez más departamentos financieros no pagan sin verificación (QR) o cuando ven incoherencias entre anticipo/final/rectificativa.
- Mayor exposición a infracciones. Trabajar con un SIF no conforme o con procedimientos que permiten modificar facturas te deja a tiro de requerimientos y recargos.
Marco sancionador
La Ley General Tributaria (art. 201 bis) tipifica infracciones por fabricar, producir, comercializar o usar sistemas que permitan ocultar o alterar la correcta llevanza de la facturación.
En la práctica: el riesgo no solo alcanza a quien desarrolla o vende software, también a quien lo utiliza si ese sistema no garantiza lo que exige la norma (integridad, trazabilidad, registro de eventos, etc.).
Piensa en Verifactu como un sistema de seguridad avanzado para las cuentas de su negocio. Antes, una factura era como una nota escrita a mano que se podía borrar o reescribir; ahora, la factura es una huella digital inalterable que lleva un sello de tiempo y un identificador único (el hash y el QR). Si intenta cambiar esa huella, el sistema lo detecta inmediatamente, garantizando que todo el proceso, desde el cobro del anticipo hasta la factura rectificativa, queda conectado y verificado, como una cadena de bloques contable vigilada por Hacienda.


