La transformación digital ya no es una opción sino una obligación, y la pandemia lo ha puesto aún más en evidencia.
A lo largo del último año, empresas de todos los sectores han tenido que adaptar y reinventar sus estrategias, modelos de negocio y procedimientos de trabajo para dar respuesta al nuevo entorno postpandemia, en el que los canales online son cada vez más protagonistas.
En este sentido, la publicidad, el turismo y el retail son 3 sectores que han sentido de forma importante el impacto de la pandemia.
Por un lado, las restricciones a la movilidad y los viajes han impactado la actividad del sector turístico, y de la misma forma, los controles de aforo, los confinamientos y el seguimiento de las medidas higiénicas y de distanciamiento han dejado las tiendas físicas vacías durante varios meses y han también cambiado los hábitos de los consumidores, obligando al sector retail a reforzar los canales online y otras alternativas para seguir generando ingresos.
Una adaptación que también ha tenido que hacer la publicidad para alinear sus mensajes y formatos a los nuevos hábitos y demandas postpandemia.
La buena noticia es que estos sectores han conseguido adaptarse al nuevo entorno y salir reforzados a través de la puesta en marcha de soluciones innovadoras, aprovechando las posibilidades de la tecnología.
Los expertos del ecosistema de conocimiento digital The Valley han analizado cómo está siendo su evolución y transformación.
El impacto que tuvo la llegada de la pandemia en el sector turístico ha provocado un fuerte impulso en la transformación digital del sector, un factor clave para que las empresas y proveedores de servicio pudieran seguir generando ingresos y funcionando en un período marcado por diversos confinamientos, limitaciones para viajar e incertidumbre por parte de los viajeros y turistas.
El auge de los servicios como el delivery, las experiencias online o el entretenimiento digital son tan solo algunos ejemplos que ahora marcan el nuevo modelo turístico, en el que la excelencia, la digitalización, la sostenibilidad y el pensamiento disruptivo cobran cada vez más protagonismo.
Y es que el viajero también ha cambiado y llega con nuevas necesidades, como por ejemplo, la búsqueda de excelencia en los servicios, una mayor demanda de seguridad en lo relacionado con higiene y salud, una decidida apuesta por descubrir el valor de lo local, la elección de destinos y formas de viaje más sostenibles, y una experiencia más digital que le permita, por ejemplo organizar sus viajes mediante canales innovadores o el disfrutar del turismo de forma disruptiva a través de la tecnología.
Así, ya se comienzan a ver soluciones innovadoras como la posibilidad de acceder a las cartas de restaurantes o incluso el poder pedir y pagar desde el móvil a través de códigos QR, realizar tours de ciudades o atracciones turísticas de forma virtual por streaming, realizar el check-in y check-out de un hotel de forma completamente autónoma y con llaves móviles, interactuar con mayordomos robots en los hoteles, o acceder a guías de atracciones turísticas desde el propio móvil del viajero.