Los encantos de calles tortuosas, la grandeza de las catedrales góticas y los castillos medievales, el arte y la música sobresaliente, auténticas delicias locales: seguro, Europa lo tiene todo. Justo como el Triángulo de las Bermudas misterioso, las ciudades bellas europeas: Cracovia, Budapest y Praga le harán perder en su esplendor bohemia y la variedad infinita de atracciones.
Pero, ¿cómo organizar un viaje impecable a múltiples destinos y convertirlo en una experiencia inolvidable? Aquí hay algunos consejos útiles para disfrutar las joyas de Europa central y sus lugares más atractivos.
Ciudad Real de Polonia
En realidad, puede comenzar su exploración del corazón de Europa desde cualquier «punto del triángulo» pero recomendamos empezar con Cracovia, la ciudad adorable y cargada de historia. Primera residencia de los reyes de Polonia, Cracovia tiene más de mil años, la mitad de que fue la capital del país.
El casco antiguo de Cracovia es interesante por la Plaza del Mercado, dominada por las torres góticas de la basílica de Santa María. En el centro de la Plaza está situada la Sukiennice, el edificio renacentista construido en el siglo XVI. Muy cerca se encuentra la Torre del Ayuntamiento que alberga un museo y ofrece las vistas maravillosas de la ciudad. Además, Cracovia tiene más de 125 iglesias bellas.
A pesar de las iglesias, monumentos y museos impresionantes, las calles antiguas y el famoso Castillo Real en lo alto de una colina, que domina el casco antiguo, Cracovia se considera una de las ciudades más enérgicas y estilosas de Polonia con mucha gente joven, bares y cafés.
Después de un viaje saturado por Cracovia, puede proceder a cualquiera de las dos ciudades: la capital de Polonia o Hungría. Probablemente la opción más conveniente y rápida para viajar entre los destinos es un tren de alta velocidad Railjet que opera en la mayoría de las rutas de Europa central, incluidas las de Cracovia a Praga o de Cracovia a Budapest. Dichos trenes están diseñados para ofrecerle el máximo confort y están equipados con un vagón restaurante y un cine para niños, por lo que el tiempo a bordo volará rápidamente.
La joya del río Danubio
Ubicado en las dos orillas del río Danubio, Budapest alberga muchos sitios de la UNESCO. El llamado «París del Este» tiene mucho para entretenerse. Para completar su viaje de monumentos medievales, puede visitar el pomposo Castillo de Buda, mirar el símbolo imponente de Budapest que es el edificio del Parlamento y, finalmente, pasar por la verdaderamente impresionante Basílica de San Esteban y el Bastión de los Pescadores.
Después de la exploración tan intensa, sería irracional no relajarse en los Baños Palatinus. La capital húngara es famosa por sus baños termales y los Baños Palatinus son los más grandes y famosos. Este enorme complejo cubre más de 17 acres e incluye un baño con ondas artificiales y diferentes piscinas medicinales para niños y adultos.
Ahora puede continuar sus vacaciones probando algunas delicias locales. Tienes que comenzar con Paprikás, un guiso de pollo con paprika. Si le gustan sopas, también puede probar platos tradicionales como Lecsó (la sopa de verduras) o Jókai (la sopa de frijoles). En cuanto a las cosas dulces, la que definitivamente debe ser probada es un pastel chimenea Kürtőskalács.
La buena noticia es que puede viajar al tercer punto de nuestro triángulo europeo tomando el mismo Railjet. Suba a alguno de los trenes de Budapest a Praga y disfrute del viaje tranquillo de 6 horas y media con vistas fascinantes del campo.
La Ciudad de las Cien Torres
La capital de la gloriosa República Checa, fascinante Praga es una de las ciudades más turísticas de Europa. Suele denominada como “la Ciudad de las Cien Torres” debido al estilo gótico de sus catedrales y castillos, la capital de la República Checa tiene mucho para descubrir. La verdad es que Praga es una ciudad de contrastes que combina la modernidad arquitectónica con la majestuosidad y la gloria de las torres medievales y los tejados naranjas.
El punto ideal para comenzar su excursión es el corazón de Praga, la Plaza de la Ciudad Vieja y el Puente de Carlos. La Plaza de la Ciudad Vieja siempre está animada: los músicos tocan, los artistas ejecutan sus espectáculos, los carruajes de caballos están a la espera, los pintores libres dibujan retratos en la calle, todo esto le sumergirá en la atmósfera real de la Edad Media.
Sin embargo, toda la grandeza de Praga no se limita sólo al casco antiguo. La capital checa es rica en edificios pintorescos medievales que literalmente sorprenden: la Catedral de San Vito, la Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn, el Castillo de Praga, y esto es sólo una breve lista de monumentos que asombran la imaginación.
Los amantes del arte moderno también encontrarán atracciones a sus gustos. Aquí, en Praga, los verdaderos admiradores del grupo de culto “The Beatles” pueden presenciar un famoso Muro de Lennon, un homenaje al ex Beatle John Lennon. El sitio se ha convertido en un símbolo de la paz donde todos dejan sus letreros, fotos y sentimientos. Otra creación curiosa en Praga se llama la Casa Danzante que repite una silueta de dos figuras de bailadores, simbolizando un hombre y una mujer.
En conjunto, el viaje a tres ciudades icónicas europeas le dejará con un excelente regusto, ya que Cracovia, Budapest y Praga tienen mucho que ver por lo que es realmente fácil perder la noción del tiempo. En cualquier caso, la forma más lista de ahorrar tiempo durante su viaje es tomar un tren de alta velocidad que le ayudará a aprovechar todas las oportunidades y obtener lo mejor de espléndida Europa central.