El turismo espacial no es una idea necesariamente nueva. De hecho, varias iniciativas privadas parecen haber tomado la delantera para llevar a turistas más allá de los límites de nuestro planeta.

El proyecto de Elon Musk, SpaceX, parece el más cercano a un final exitoso, si bien otras compañías como Virgin o Blue Space tienen también planes en marcha que podrían dar buenos resultados a lo largo de 2019.

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Más allá del propio viaje espacial, el alojamiento es un segundo reto para las compañías interesadas en promocionar este nuevo turismo de lujo.

Sin embargo, este problema lo podría resolver la agencia espacial rusa, que planea construir un nuevo módulo que serviría como alojamiento.

El paquete turístico incluiría estancia durante unas dos semanas, servicio médico y, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta las prioridades de los viajeros de hoy en día, conectividad wifi.

Como era previsible, el paquete no será precisamente barato, y los primeros intrépidos deberán estar dispuestos a desembolsar unos 40 millones de dólares por la experiencia, que podría incluir un pequeño paseo especial con la ayuda de un astronauta basado en la propia estación.

En realidad el proyecto serviría para financiar la construcción de los módulos científicos que el programa espacial ruso desea completar en la estación espacial internacional. Si tenemos en cuenta que 2028 es la fecha estimada para el fin de dicha estación, surgen algunas dudas sobre la capacidad de la agencia especial rusa para rentabilizar el proyecto.

En cualquier caso, Rusia podría adelantarse a Estados Unidos en esta nueva carrera especial, la de llevar turistas a un alojamiento situado en nuestra órbita. Los próximos meses serán claves para comprobar si la iniciativa privada, con Elon Musk y Richard Branson a la cabeza, es capaz de acometer un turismo espacial viable para proveedores y viajeros.