Por Sibylle Luger, vicepresidenta de Área, Gestión de Cuentas, IDeaS
A medida que aumenta la tasa de vacunación en el mundo, es natural que el público viajero haga realidad su deseo de salir de viaje una vez más, en un sentido más literal de lo que cabría esperar.
Aunque las restricciones de viaje de la COVID dieron lugar a una importante demanda reprimida, la mayoría de los viajeros siguen conduciendo a sus destinos, y los viajes en vehículo superan los niveles anteriores a la pandemia en algunas regiones.
A medida que nos adentramos en la temporada de vacaciones de verano de 2021, los viajes de ocio en EE.UU. y Europa siguen siendo principalmente domésticos y se sigue dando prioridad a los lugares que se encuentran a una distancia que se puede recorrer en coche.
En cierto modo, estos patrones se asemejan más a los viajes de vacaciones de verano de la década de 1950 que a todo lo visto por el sector en los últimos años. Los destinos habituales del verano incluirán playas, grandes áreas metropolitanas al aire libre y parques de vacaciones, como siempre, pero dando prioridad a los destinos locales o a la distancia en coche y a las estancias más largas que antes.
Más cerca de casa
Las razones de este cambio son múltiples. En primer lugar, aunque estamos entrando poco a poco en un mundo post-vacuna, el impacto económico de la COVID sigue siendo de gran alcance, y la recuperación para el grueso del público viajero tardará algún tiempo en materializarse.
En segundo lugar, aunque Europa ha anunciado recientemente sus planes de reapertura a los viajeros estadounidenses, los horarios de los vuelos siguen siendo imprevisibles debido a la falta de tráfico entre ambos destinos. Los viajeros pueden esperar algunas turbulencias en el proceso de reserva hasta que el sector vuelva a estar al día.
Dado que los viajeros están favoreciendo los viajes de corto alcance, una experiencia de estancia tradicional a menudo no es suficiente.
La gente busca más alojamientos alternativos para añadir algo de variedad a su experiencia. Entre ellos se encuentran los campings, las caravanas, las casas de campo, los retiros boutique y los alquileres a corto plazo, cuya demanda se ha disparado en los últimos meses.
Una empresa de casas rodantes, Outdoorsy, creció un 145% en 2021 gracias al auge de los alquileres de vehículos recreativos, lo que habla del deseo de los consumidores de viajar localmente a lo largo de 2021.
Se está advirtiendo a los viajeros europeos que hagan reservas con políticas de cancelación favorables debido a la incertidumbre en torno a los requisitos de entrada a los distintos países, que se irán aclarando a lo largo del verano.
La forma más fácil de evitarlo, según los expertos, es limitar los planes de viaje a un solo país o región dentro de un país durante el verano. Algunas sugerencias incluyen excursiones a pie o en bicicleta, pero el énfasis local sigue siendo el mismo.
Esto se reduce a la vuelta de los viajes experienciales, pero reducidos a excursiones por carretera. Los hoteles boutique se beneficiarán de su capacidad para destacar en entornos como éste, y otros establecimientos pueden aprovechar estas ventajas destacando sus vínculos con la comunidad y los atributos que los hacen únicos.
Puede que sea más fácil presentar su negocio a los huéspedes que están más familiarizados con su localidad o propiedad, en comparación con ganarse a los viajeros de cientos o miles de kilómetros de distancia. Cada operador debe aprovechar los aspectos más destacados de su propiedad para atraer la atención en ese mercado.
Nuevas reglas
Mientras la geografía de las reservas se acorta, la duración de cada estancia sigue aumentando. Puede que la ocupación aumente, pero mientras los hoteles sigan luchando por subir las tarifas, los huéspedes estarán dispuestos a invertir en estancias más largas.
En esta tendencia también ha influido la creciente flexibilidad de los horarios laborales y escolares, lo que supone un apoyo tanto para las familias como para los nómadas digitales dispuestos a «trabajar desde las vacaciones».
Afortunadamente, no faltan formas de que los hoteles saquen provecho de esta evolución. A medida que aumentan las tasas de vacunación, los operadores pueden ver un renovado interés en el f&b, en particular si las restricciones de área siguen vigentes para los restaurantes fuera del hotel.
Esto supone una oportunidad para que los hoteles relancen su f&b a bombo y platillo, pero también es un buen presagio para otras instalaciones y servicios del hotel, como el spa, el comercio minorista e incluso las reuniones y los eventos.
Encontrar el mejor momento para reactivar estos servicios es el próximo gran reto al que se enfrenta la hotelería.
Los hoteles que tengan la capacidad de prever adecuadamente la demanda, analizar grandes cantidades de datos, definir su comp set y reaccionar rápidamente a los cambios positivos tendrán una ventaja en un mercado en recuperación.
Dado que la plena recuperación económica aún está lejos, los hoteles deben estar preparados para aprovechar todos los recursos a su disposición para maximizar su potencial a medida que aumenta el ritmo de las reservas.
El deseo de viajar está repuntando en toda la comunidad internacional, y según una encuesta reciente el 42% de los encuestados a nivel mundial tiene previsto viajar este año. Los hoteles prevén un aumento de la actividad, como demuestran las sólidas previsiones de construcción tanto en Estados Unidos como en Europa.
Dado que los viajes internacionales siguen experimentando un peque retraso, no hay mejor momento para que los hoteles se vuelvan a presentar a los viajeros locales y vuelvan a promocionar sus ofertas.