Los cargos adicionales que añaden al precio final algunos resorts llevan un tiempo siendo cuestionados, especialmente desde que Booking.com decidiera que una parte de ese pastel también le correspondía a la OTA, comisionando cobre dichas tarifas adicionales.

Ahora, estas resort fees están de nuevo bajo escrutinio: esta vez, por parte de los fiscales generales en Estados Unidos.

Tal y como explica un artículo publicado en The New York Times, los viajeros detestan las tarifas obligatorias, y los defensores de los consumidores aseguran que son confusas.

Estas tarifas varían según la ubicación y los servicios que pretenden cubrir. Algunos hoteles cobran por el acceso a wifi o al gimnasio, mientras que otros pueden utilizarlas para cubrir las cajas fuertes de las habitaciones, los periódicos del día o el agua embotellada, ya sean utilizados por los huéspedes o no.

Ahora, los fiscales generales de Washington, D.C. y Nebraska han presentado demandas separadas pero similares contra dos grandes cadenas hoteleras, acusándolas de engañar a los viajeros al no incluir las tarifas extra de los resorts en los precios de sus habitaciones publicadas previamente, lo que dificulta que los consumidores comparen tarifas al reservar online.

Las demandas alegan que estas prácticas de precios son engañosas y que los hoteles violan las leyes de protección al consumidor.

Estas demandas, presentadas contra las cadenas Marriott y Hilton, siguen una investigación de prácticas de fijación de precios de la industria hotelera.

Los defensores del consumidor en Estados Unidos, que han estado luchando contra estas tarifas durante años, han aplaudido esta acción legal y han declarado que esperan que ayude a impulsar cambios en toda la industria.

Información original en The New York Times

Imagen de portada vía Unsplash

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