En general, las agencias de viajes online y los sitios web de los proveedores funcionan mejor que los canales offline en general, pero aún no dominan la distribución. Por curioso que pueda parecer y, aunque sea por un estrecho margen, la mayor parte de los viajes se reservan offline.

Al cierre de 2017, más de la mitad (52 por ciento) de todos los viajes en Estados Unidos aún se reservaba offline, a través de agencias de viaje, TMCs o teléfono, entre otros canales físicos. Si bien este porcentaje está disminuyendo año tras año, en algunos segmentos el offline no sólo supera al online, lo domina con claridad.

Según explica Lorraine Sileo, analista de la consultora Phocuswright, los agentes de viaje podrían haber perdido la batalla en el transporte aéreo vacacional y el alojamiento, pero aún dominan los segmentos de cruceros y actividades con gran margen.

Las ventas de agentes de viaje aumentaron un 4 por ciento en 2017 y ahora representan el 68 por ciento de las ventas totales, según el informe de Phocuswright sobre cruceros y paquetes de viaje de Estados Unidos.

Y si bien la cuota de la agencia de viajes cae cuando agregamos los paquetes dinámico de OTA a la ecuación –por ejemplo,los  paquetes de Expedia–, todavía se sitúa en un más que respetable 46 por ciento de todos los paquetes vendidos en Estados Unidos.

A pesar de los intentos de las OTAs por vender cruceros, dos tercios de las ventas todavía pasan por los agentes de viajes tradicionales, y no se espera que esa tendencia cambie significativamente hasta 2021.

En pocas palabras: las agencias de viajes prosperan en dos sectores que son solo de ocio y más complejos de vender. Esto indica que los consumidores no toman sus decisiones de compra solo por el canal, sino también por el servicio personal y el asesoramiento.