Tres meses de inactividad turística que ahora mismo evolucionan hacia una segura, aunque lenta, recuperación.
La apertura de fronteras y las políticas de la Unión Europea implicada se traducen en aumento de las reservas en nuestro país y en la intención de los españoles de no dar por perdidas todavía sus vacaciones de verano.
De hecho, según las cifras de AvaiBook, desde el comienzo de la desescalada (27 de abril – 3 de mayo) hasta ahora, el promedio de crecimiento WoW (por semana) ha sido de un 38%.
El deseo de salir, de desconectar y de vislumbrar de nuevo ese primer puesto entre los países más demandados por el turista extranjero empujó a que fuese la semana 22, la misma en que el Gobierno anunció su intención de abrirse al turismo internacional a partir de julio, la que más porcentaje de crecimiento obtuvo, con un 53%.
Las reservas directas, las más rápidas en recuperarse
Actualmente, el crecimiento es constante, y muy superior en las reservas directas con respecto a las de las OTAs. En concreto, la reserva por motor recoge un aumento semanal medio de un 55% frente al 38% global.
El viajero post-Covid, guiado por sus dudas y en busca de un trato de confianza, prefiere canales en los que pueda establecer una interacción cercana, más rápida, que ahora mismo solo es posible a través del motor de reservas y desde la propia página web.
De hecho, si comparamos las cifras de los dos últimos meses con las obtenidas en enero y febrero, pocas semanas antes del confinamiento, vemos que el nivel de recuperación de las reservas directas es doblemente superior (50%) que el de las procedentes de las OTAs (25%).
Las reservas manuales, a su vez, se habrían recuperado un 46% con respecto a las cifras de estos meses anteriores.
Estancias más largas fuera de la ciudad, lo más demandado
Era algo predecible: el viajero post-Covid preferirá escapadas más largas en entornos rurales. Y así lo reflejan las cifras. La estancia promedio, en comparación con mayo del año pasado, ha aumentado un 70%, situándose en 7 días (4,08 en 2019).
Y, además, lo hace con más antelación. Sin contar las reservas Last Minute, que siguen siendo las más recurrentes, el periodo de anticipación ha aumentado hasta los 70,75 días con respecto a los 54,49 del año anterior. Esto nos da una visión general sobre dos fuertes tendencias de este último mes: Last Minute y Early Booking pero, en este último caso, con algo más de tiempo.
Ante la incertidumbre en las fases de la desescalada, el viajero ha optado por reservar con mucha antelación, con posibilidad de cancelar, o hacerlo en el último momento para asegurar su viaje, a su vez probablemente influenciado por las ofertas y ventajas que proporcionaría el gestor al realizarlo de esta forma.
Cabe destacar, en este sentido, que el precio no ha variado de manera considerable. El gasto promedio del viajero continúa estable con alrededor de 100 euros por noche, aunque el global es mayor debido al aumento de la estancia media de 4 a 7 días.
Que huimos de las grandes ciudades es otra realidad. De hecho, el porcentaje de reservas en entornos urbanos este año (20%) ha caído a la mitad con respecto al del año pasado (40%). Por contra, los viajeros prefieren alojamientos en entornos abiertos; un 33% más que en mayo de 2019.
Rentalia registra una recuperación de las viviendas turísticas
El portal de Rentalia es un claro ejemplo de esta última variable. Enfocado exclusivamente a la promoción de viviendas vacacionales y casas rurales, ha visto un aumento en las solicitudes de las mismas para el mes de agosto, especialmente de aquellas que cuentan con espacios al aire libre.
En concreto, según sus cifras, destacarían las casas y villas (76,5%) frente a los apartamentos (57,6%) y, a poder ser, con jardín (73,5%), piscina (70,5%) o terraza (68,3%). Sorprendente es también la comparación con los destinos de sol y playa: el turismo rural ganaría esta vez, según las reservas de agosto, con un 72,2% frente a un 66,9%.
En este sentido, Asturias, Cantabria y Galicia triplican reservas en comparación con el mismo periodo de 2019, con un aumento de más del 300%. Les siguen otras comunidades con fuerte componente rural como Andalucía, Navarra o las islas, tanto Baleares como Canarias, por los espacios abiertos y las ventajas que proporciona el clima; todas con una ocupación de entre un 60% y un 75% en el mes de agosto, según datos proporcionados por Rentalia.