La consultora Kaizen Institute ha analizado la mejora de tres puntos clave que marcan el flujo del pasajero en los aeropuertosy que suponen un cuello de botella: El Check In, control de seguridad y el proceso de embarque.
Check in:
- La mayoría de las compañías están trabajando mucho para priorizar en las colas aquellos pasajeros que necesitan un contacto con personas por diversas razones como ya sea facturar una maleta o modificar el asiento.
- Para ello, el resto de los flujos se automatizan a través de la tecnología, como puede ser la impresión de los billetes en máquinas en los propios aeropuertos o Apps que permiten llevar el billete en el smartphone.
- En el polo opuesto encontramos sistemas muy inoperativos, como la asignación automática de asientos de forma gratuita hasta un cierto momento, a partir del cual es preciso acercarse a un mostrador para obtener asiento, lo cual genera que personas que no necesitarían hacer esta operación (porque no van a facturar o no precisan un apoyo concreto) tengan que pasar por el mostrador, generando esperas innecesarias.
Control de seguridad:
- Se trata de un proceso que a menudo es muy ineficiente, con colas infinitas y procesos muy largos de espera. En este aspecto destacan muy positivamente aeropuertos como los de Ámsterdam u Oporto. La gran diferencia en ellos es que:
- Existe una buena gestión visual para informar al viajero de qué productos debe sacar de la maleta y ponerlos por separado mediante cartelería visual y simple.
- Las personas que están situándose para pasar al control de seguridad pueden colocarse en paralelo y ganar tiempo preparándose para el control al mismo tiempo.
- Todas aquellas maletas que son bloqueadas (por contener exceso de líquidos etc.) en lugar de inspeccionarse en el flujo normal, son apartadas, lo que permite no bloquear el flujo general.
- A la salida, hay un gran espacio para que el pasajero pueda organizarse de modo que no se ralentiza el paso, además de haber un sistema automático de retorno de bandejas.
Proceso de embarque:
- Son sistemas muy estudiados y todas las compañías tratan de mejorar sus tiempos para optimizar la puntualidad de los vuelos.
- A la hora de optimizar un proceso de embarque, existen ciertas variables y restricciones a analizar, desde el espacio en la terminal para organizar sistemas de colas, si el embarque es por finger, autobús o andando por la pista, el tipo de avión o el sistema de ofertas o servicios prioritarios que tenga la aerolínea.
- Sin embargo, se observa que no existe unanimidad entre aerolíneas para unas condiciones de embarque similares y el hecho de que no haya unanimidad a la hora de elegir un sistema único pone de manifiesto un margen de mejora evidente.
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