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Instagram entra en el radar de Google y cambia las reglas del marketing turístico

Desde el pasado 10 de julio, Instagram ha comenzado a indexar publicaciones públicas de cuentas profesionales en Google. Este movimiento, que puede parecer técnico a simple vista, representa en realidad un cambio estructural en el ecosistema digital del turismo. Instagram deja de ser un entorno cerrado para convertirse en un motor de descubrimiento accesible desde el buscador más utilizado del mundo.

Las implicaciones de esta integración son profundas, especialmente en un sector como el turístico, donde la inspiración visual se ha convertido en el punto de partida de muchas decisiones de viaje.

El nuevo lenguaje visual de la inspiración

Instagram ha transformado la manera en que las personas descubren destinos. Lo que comenzó como una app para compartir fotos se ha consolidado como una vitrina global de experiencias, donde millones de usuarios crean, actualizan y curan contenidos en tiempo real. Esta evolución ha hecho que la inspiración turística ya no venga solo de revistas, blogs o agencias, sino directamente de las publicaciones visuales compartidas por otros viajeros.

Con su integración en Google, ese contenido entra a competir directamente con páginas web, medios especializados y hasta respuestas generadas por inteligencia artificial (IA) en los resultados de búsqueda. Para las empresas turísticas, esto implica repensar su estrategia: Instagram ya no es solo una herramienta de engagement, sino una pieza clave en el posicionamiento en buscadores (SEO).

Publicaciones que funcionan como páginas de destino

Una de las recomendaciones clave que surgen de este nuevo panorama es la necesidad de transformar las publicaciones en Instagram en auténticas “mini landing pages” optimizadas para búsqueda. Esto implica cambiar el enfoque: ya no se trata solo de captar likes o comentarios, sino de responder preguntas que los usuarios escriben en Google.

Por ejemplo, en lugar de una imagen con el texto “Una vista increíble desde nuestra terraza”, un hotel podría optar por una descripción del tipo: “¿Dónde ver el mejor atardecer en Lisboa? Nuestra terraza ofrece vistas al Tajo, cócteles artesanales y música en vivo todos los días a partir de las 18:00”. Ese contenido no solo es más útil para quien planifica un viaje, sino que también tiene más probabilidades de aparecer en búsquedas relevantes.

Este enfoque requiere aplicar buenas prácticas como:

  • Optimizar el primer texto de la descripción, que actúa como un título para Google.

  • Utilizar alt text descriptivo en las imágenes.

  • Asegurar que los vídeos sean comprensibles sin sonido mediante subtítulos.

  • Incluir palabras clave en el nombre de usuario y la biografía del perfil.

Unir redes sociales y SEO en una sola estrategia

Este cambio también plantea la necesidad de romper los compartimentos estancos entre los equipos de redes sociales y los de SEO. Ambos deben colaborar estrechamente para crear contenidos que funcionen bien tanto para el usuario que desliza su feed como para el algoritmo de Google.

Se espera un auge del contenido educativo y útil: guías prácticas, recomendaciones locales, preguntas frecuentes, o incluso contenido detrás de escena. Por ejemplo, un hotel podría generar una serie de publicaciones que respondan a dudas comunes de sus huéspedes: “Cómo llegar desde el aeropuerto”, “Qué llevar si vienes en primavera”, o “Opciones veganas cerca del alojamiento”.

Este enfoque también beneficia a las pymes turísticas, que pueden competir en visibilidad con grandes marcas sin necesidad de grandes presupuestos. El contenido auténtico y visual, bien optimizado, puede posicionarse en igualdad de condiciones con grandes cadenas hoteleras o turoperadores.

¿Quiénes ganan con este cambio?

Según los analistas, hay dos tipos de actores que podrían sacar mayor ventaja en este nuevo ecosistema.

Por un lado, los hoteles boutique y alojamientos independientes. Mientras que las grandes cadenas suelen apostar por campañas masivas y mensajes genéricos, los pequeños hoteles ofrecen historias personales, contenidos auténticos y fotografías únicas. Esto les da una ventaja en un contexto donde el algoritmo premia la originalidad y la relevancia.

Por otro, los operadores de experiencias y turismo activo. Actividades como excursiones en velero, rutas gastronómicas o tours de aventura ya funcionan de forma nativa en Instagram. Sus imágenes y vídeos están diseñados para captar la atención y transmitir emoción, lo cual los hace ideales para este nuevo entorno donde la inspiración visual se encuentra directamente en Google.

El futuro del contenido turístico

La integración entre redes sociales y buscadores no se detendrá aquí. Con el avance de la IA y los motores de búsqueda generativos (como los nuevos resúmenes con IA de Google o las respuestas de ChatGPT), el contenido compartido en redes sociales será cada vez más relevante. Estos sistemas no solo indexan, sino que evalúan y seleccionan la información más creíble y útil para presentársela a los usuarios.

En este contexto, el contenido generado por los usuarios (UGC) se convierte en una señal de credibilidad muy poderosa. Las empresas turísticas que consigan alinear sus publicaciones con las preguntas, intereses y emociones de su público, tendrán una ventaja competitiva significativa.

Una nueva era para el marketing turístico

Instagram ya no es solo un canal de comunicación visual. Se está convirtiendo en una herramienta de descubrimiento con impacto directo en el posicionamiento digital. Las empresas que adapten sus estrategias y comiencen a tratar cada publicación como una oportunidad de posicionamiento orgánico podrán ganar visibilidad, atraer tráfico cualificado y, en última instancia, generar más reservas.

La frontera entre redes sociales, buscadores y asistentes de IA se vuelve cada vez más difusa. En este nuevo escenario, las marcas turísticas deberán generar contenido que sea emocionalmente atractivo, informativamente útil y técnicamente legible tanto para personas como para algoritmos.

Información original en PhocusWire.

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