Booking.com ha introducido un nuevo programa de reservas para sus hoteles asociados. Se trata del programa «reservas sin riesgo». Decidir si utilizarlo o no siempre es algo que depende de cada hotelero, pero si un hotel decido no utilizar esta opción debe comunicarlo a Booking.com, ya que aparece por defecto.

Como bien es sabido, la OTA ha destacado el valor de la cancelación sin riesgos para los usuarios. De hecho, el anuncio ha dejado de emitirse en Reino Unido dado que las autoridades británicas consideran que puede dar lugar a malas interpretaciones:

La novedad con este programa es que los clientes de Booking.com verán las reservas no reembolsables como reservas con cancelación gratis. Si el cliente acaba cancelando, Booking.com busca al hotel otro cliente para las mismas fechas. Si no encuentra a nadie, la habitación no se ocupará, pero Booking.com se compromete a pagar la reserva.

Tal y como explica César López, de Mirai, en el último artículo del blog de la compañía, «si ofrecías ambas tarifas, no reembolsable y flexible, una más barata y otra más cara, desde ahora la tarifas más cara pierde todo el sentido para el usuario, se convierte en innecesaria. Dejarás de recibirlas. Booking.com podría dejar de ofrecerlas, por redundante. Sólo te entrarán reservas a tarifa barata (la antigua no reembolsable que Booking.com te ha convertido en flexible)».

Además, de esta forma Booking.com se aseguraría ofrecer a los usuarios la tarifa más barata, incluyendo la que el hotel puede mostrar en su propia web.

Según Mirai, con este programa, Booking.com adquiere el compromiso de encontrar sustituto a toda reserva cancelada. Para lograrlo va a requerir inventario disponible… y eso plantea una situación comprometida: ¿qué ocurrirá con cancelaciones garantizadas en fechas cerradas por el hotel por estar completo?

Para César López, «tras este programa, Booking.com más bien persigue condiciones exclusivas que le otorguen tanta ventaja competitiva como para dedicar una parte de ese beneficio a garantizar cancelaciones. Tras este aparente innovador programa, el hotelero debería ser consciente que existen unos graves inconvenientes a asumir».

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