Quedan menos de dos semanas para junio, el mes en que está prevista la entrada en vigor del Certificado Verde Digital, más conocido como pasaporte sanitario europeo.

Pero, según el CEO de ImmuvID, Pieter Louw, España tiene que acelerar el paso para que no se le eche encima el tiempo sin haberse preparado para este innovador sistema que permitirá retomar la libre movilidad dentro de la Unión Europea. Algo que es especialmente importante en países que dependen del turismo como el nuestro.

«Nos encontramos en un punto decisivo para la movilidad y el turismo, ya que a partir de junio se empieza a implementar el mayor proyecto legislativo relacionado con la movilidad formal de nuestra era. Un proyecto que va a tener implicaciones en el resto del mundo», dijo Louw este miércoles durante la presentación de la solución tecnológica ImmuvID en FITUR.

El apartado normativo del Certificado Verde Digital está siendo ultimado por los estados y las instituciones de la UE y se espera que pueda empezar a ser utilizado a finales del mes de junio. El objetivo es que incorpore y pueda leer certificados de vacunación, test diagnósticos o pruebas de haber superado la enfermedad, para así potenciar la movilidad a la vez que se reduce el riesgo de contagios por Covid.

Según Louw, los cambios que plantea este proyecto europeo «van a afectar a la manera en la que cruzamos fronteras y asistimos a conciertos, ferias o eventos deportivos», no solo esta temporada veraniega sino también en años venideros. Sin embargo, lamentó, «los políticos, la prensa y la industria del turismo no están preparados ni concienciados de lo que esto supone».

«Hay una enorme complejidad en la implementación de este proyecto legislativo que implicará el uso de lo que se denomina pasaportes de inmunidad/vacunación, que en la realidad no se trata de un pasaporte sanitario sino de una multitud de credenciales (sobre todo en formato digital) emitidas por diferentes gobiernos e instituciones privadas. No hay todavía una norma, no hay un sistema, no hay una solución», afirmó Louw.

La situación es especialmente acuciante para países dependientes del turismo como es España, más teniendo en cuenta que otros países competidores, por ejemplo Grecia, están avanzando más rápido en la puesta en práctica de soluciones innovadoras.

Por tanto, es necesario dar pasos decididos para garantizar tanto la apertura del sector turístico como la salud de los visitantes y de los trabajadores del sector y las comunidades que los hospedan.