HomeAway ha presentado en Madrid el IV Barómetro del Alquiler Vacacional en España, pionero en nuestro país, con el objetivo de aportar datos fiables que ayuden a mejorar el conocimiento del sector.
La novedad de esta cuarta edición del estudio es que ofrece la comparativa respecto al estudio elaborado en 2015, con lo que se puede observar la evolución del usuario de viviendas de uso turístico en España.
Entre sus principales conclusiones, el estudio destaca que, en los dos últimos 2 años, la vivienda turística ha sido utilizada en más de 22 millones de viajes, un total de 4,5 millones más que en 2015: 18,9 millones por parte de viajeros que también se alojan en hoteles (frente a los 14,4 millones de viajes realizados en 2015) y 3,1 millones por usuarios sólo de vivienda turística (frente a los 3,2 millones de viajes realizados por este tipo de usuarios en 2015).
En el acto de presentación del barómetro estuvo presente el director general para el Sur de Europa de HomeAway, Juan Carlos Fernández Pérez- Crespo, que destacó el hecho de que «tenemos un nuevo servicio de reserva con garantía de confianza que cubre con hasta 10.000 euros cualquier incidencia relacionada con la reserva online y un seguro de responsabilidad civil, de forma gratuita para los usuarios. Contamos ya dos millones de alquileres en 190 países, y para el final de este año confiamos en que la totalidad de los alojamientos esté disponible para reserva directa online. Podemos decir con total seguridad que el alquiler vacacional es un sector cada vez más consolidado en nuestro país».
El Catedrático de la Universidad de Salamanca (USAL) y director del estudio, Pablo Antonio Muñoz, afirmó que «del 23,9 por ciento que en 2015 contrataban viviendas turísticas hemos pasado a un 32,6 por ciento, el uso generalizado de la vivienda turística es algo demostrable. Además, se consolida un uso simultáneo con los hoteles entre los turistas, en ambos casos precio, ubicación y entorno son los factores principales de elección. La vivienda ha generado cerca de 14.000 millones de euros en los últimos dos años, ha sido utilizadas en 22 millones de viajes. Hemos observado, además, que los usuarios de viviendas turísticas realizan búsquedas más exhaustivas en internet antes de realizar una reserva».
Con respecto al gasto de los viajeros, el Catedrático afirma que los usuarios de viviendas turísticas ha aumentado, en paralelo a la disminución de la longitud de las estancias, si bien se percibe una multiplicación del número de viajes. «Es un sector creciente no sólo en la economía, sino en cuanto a las preferencias de los viajeros, lo que demuestra que la experiencia les anima a ellos y a sus contactos a seguir utilizando este tipo de vivienda. Debemos ver al hotel y a la vivienda turística como productos complementarios, que se eligen en función de cada viaje. El papel de los portales especializados que, más allá del aspecto empresarial, es fundamental ya que aporta transparencia a en la elección, lo que hace que se premien las ofertas más interesantes en la plataforma».
Con estos datos, el estudio también concluye que la vivienda turística aumenta su peso en España frente a otros alojamientos tradicionales (hoteles, casas rurales…etc.), puesto que de los residentes en España que contratan vivienda turística por ocio, el 84% contrata tanto una como otra modalidad (vivienda turística y hotel) mientras que el 16% solo utiliza vivienda turística. De hecho, el uso de este tipo de alojamiento ha aumentado en España en 6 puntos porcentuales en los últimos dos años: del 27% al 33%.
Más viajes con reducción de la estancia media
Comparado a hace dos años, la tendencia es viajar más veces, pero reduciendo la estancia media. De acuerdo a la cuarta edición del informe, el número de viajes realizados en estos dos últimos años por usuarios de vivienda turística ha sido mayor (6,4) que el de los hoteles (5,7), situación que ya se apreciaba en 2015.
Los que simultanean ambas modalidades de alojamiento hacen un mayor número de viajes (7,0) que los que utilizan en exclusiva hoteles (5,0) o vivienda turística (3,7).
No obstante, quienes se alojan exclusivamente en una vivienda turística contratan un mayor número de noches (5,5) que los que se alojan en hotel (3,3) y son los usuarios de vivienda vacacional los que optan por una mayor duración de la estancia (6,4 noches).
Si se comparan estos datos con los de 2015, se constata una reducción de la estancia media con respecto a los que compartieron vivienda turística y hotel (5,8).
Respecto al número de personas que se alojan, hasta 4,1 huéspedes se alojan en una vivienda turística frente a los 2,8 de los hoteles, mientras que el número más elevado corresponde a los viajeros que solo utilizan vivienda turística (4,4).
Familias, los principales usuarios de viviendas de alquiler vacacional
Según el estudio 2017, los principales usuarios de las viviendas turísticas son familias (51%), 6 puntos porcentuales más respecto 2015, pero también parejas (28%), seguido de los grupos de amigos (19%), mientras que en los hoteles las parejas (52%) y familias (33%) son los clientes más habituales.
Las webs especializadas en alojamientos, la principal fuente empleada
La utilización de webs especializadas en alojamientos lideran la búsqueda de información tanto si se trata de buscar una vivienda turística (63%) como si se trata de buscar un hotel (56%). Las agencias de viajes online también son una herramienta de búsqueda para el 71% de los viajeros que las consulta para una vivienda turística y el 64% que lo hace para hoteles.
Los usuarios de vivienda vacacional son más permisivos con la ubicación
El precio y la ubicación son los dos factores fundamentales que el usuario sigue buscando a la hora de elegir un alojamiento. Como novedad en 2017,
Los usuarios de vivienda turística son más permisivos con la ubicación que los que se alojan en los hoteles, que dan importancia a la distancia y al tiempo invertido para llegar a los principales puntos de interés. La ubicación a 20 o menos minutos a los lugares de interés concentra el 76% de las preferencias de los usuarios de vivienda vacacional frente al 83% de los que optan por el hotel.
Después de vivir la experiencia, la disposición a recomendar el alojamiento es alta por parte de los usuarios de vivienda turística (4,3) incluso algo mayor que la de los usuarios de hoteles (4,1), superando los 4 puntos sobre 5 en ambos casos.
Además, los viajeros que optan por ambos tipos de alojamiento publican un mayor número de opiniones en 2017 que en 2015 en Internet, un aumento que ha sido sensiblemente mayor en el caso de la vivienda turística (9 puntos porcentuales más) que en hoteles (3,8 puntos porcentuales más.
En cuanto a comentarios positivos, el alquiler vacacional concentra un mayor número (43% frente al 35% en 2015) mientras que los hoteles un 35% (frente al 31% hace dos años).
Armonía vecinal: un factor importante para la experiencia
Las relaciones interpersonales siguen siendo un punto importante a la hora de contratar un alquiler vacacional. La conflictividad de los usuarios de ambas modalidades de alojamiento con su entorno (vecinos / huéspedes) es anecdótica y ha disminuido en relación a los valores obtenidos en 2015: 1,7% vs 2,6% en vivienda turística y 1,6% vs 2% en el caso de los hoteles.
En ambos años, los valores más bajos corresponden a usuarios de sólo hoteles (1,3%) y sólo vivienda turística (1,1%). Además, los usuarios que se alojan exclusivamente en vivienda turística se sienten más integrados con los vecinos.
Incremento del gasto medio en vivienda turística
Así mismo, el Barómetro señala que en total se estima que, de media, el gasto que generan los usuarios de una vivienda turística durante su estancia es de 2.436 euros durante toda la estancia, frente a los 1.339 euros de los que se alojan en hotel. De ello, 533 euros pertenecen al alquiler del alojamiento (417 euros en hotel) y 1.903 euros de otros gastos vinculados a la estancia (alimentación, ocio, etc.) frente a los 923 euros que se gasta en un hotel.
Mirando a 2015, por su parte, el gasto medio en una vivienda turística era de 2.392 euros y en un hotel era de 1.647 euros. Estos datos representan un aumento nominal del gasto total en los dos últimos años del 2% en el caso de la vivienda turística y una disminución del 2% en los hoteles.
Otro dato de interés es que las partidas de mayor gasto son las compras y consumiciones (comidas y consumiciones fuera del alojamiento, comestibles y otros productos de consumo cotidiano para consumir dentro el alojamiento y otras compras) que representaron el 56% de ese gasto en usuarios de alquiler vacacional (5 puntos porcentuales más si se compara con 2015) y el 54% en usuarios de hoteles (3 puntos porcentuales más respecto 2015).
Todo ello ha supuesto que el sector de la vivienda turística haya tenido un impacto económico de cerca de 14.000 millones de euros en los dos últimos años por residentes en España tanto en el entorno de las viviendas: gasto comercios locales, restaurantes, bares… como por la contratación de alojamientos vacacionales, lo que representa 2.824 millones más que lo obtenido en el informe 2015 (11.120 millones).
Según Juan Carlos Fernández, Director General de HomeAway para el sur de Europa, “el estudio demuestra que el alquiler vacacional sigue en auge en España y que cada vez más españoles apuestan por esta modalidad de alojamiento por su calidad y porque se adapta a sus necesidades actuales.
Además, el alquiler vacacional es totalmente complementario a la oferta hotelera ya que la mayoría de españoles combina en sus viajes de ocio ambas tipologías”.
“Como director del estudio, para la Universidad de Salamanca es un placer haber desarrollado de nuevo este proyecto encargado por HomeAway y esperamos que los datos que hemos presentado sean útiles para todas las partes involucradas en el alquiler vacacional y brinde nuevas perspectivas para el sector”, señala Pablo Antonio Muñoz, Catedrático de Marketing de la Universidad de Salamanca.
Con respecto al borrador que está desarrollado Hacienda para la regulación de las viviendas turísticas, Joseba Cortázar explicó que»estamos abiertos a colaborar con Hacienda, si bien en este momento estamos analizando el texto y sus implicaciones legales en este momento, además de las especificaciones técnicas que requerirían de nuestra parte. En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, la capacidad de limitar las actividades en las comunidades de vecinos ya está regulada a nivel estatal en la Ley de Propiedad Horizontal».