“El turismo senior (55+): un público con poder adquisitivo que impulsa la desestacionalización”

La industria comienza a mirar con otros ojos a un viajero que no solo crece en número, sino que viaja fuera de temporada alta y tiene una importante capacidad de gasto. La inclusión, la tecnología y la empatía serán las claves para conquistar el segmento senior.

José María de Juan Alonso cofundador de 55+ Hub y moderador de la mesa hizo una introducción al potencial del turismo senior para destinos y empresas turísticas,  dando paso después a Phil González Brand Ambassador de Pangea, que comenzó hablando de que “existe una gran confusión sobre el perfil del turista senior. No hablamos solo de personas mayores, sino de un grupo diverso, activo y con un gran poder adquisitivo”.

El ponente señaló también que es hora de romper con el edadismo en la comunicación turística. “Durante años, el sector ha glorificado al influencer joven, pero hoy necesitamos referentes mayores que inspiren desde la experiencia”. Surge así el fenómeno de los “yayo influencers”, personas mayores que viajan, comparten contenido y demuestran que la pasión por descubrir no tiene edad. Marcas y destinos comienzan a aliarse con ellos para conectar con un público que busca autenticidad, comodidad y emoción.

Jimmy Pons, cofundador de 55 Plus Hub, recordó que el viajero senior no es el futuro del turismo: ya es su presente.

 “El número de personas mayores de 55 años aumenta, pero la industria aún no se ha adaptado completamente a sus necesidades reales”, explicó.

Pons dio ejemplos tan cotidianos como reveladores que él se ha encontrado en sus viajes: “En muchos hoteles, el texto de los botes de champú, gel, acondicionador es tan pequeño que no se puede leer sin gafas. Son detalles aparentemente menores que revelan una brecha entre el discurso de la “experiencia premium” y la realidad de la experiencia senior. Desde 55 Plus Hub, el objetivo es crear un ecosistema colaborativo donde destinos, empresas y usuarios trabajen juntos por un turismo con más accesibilidad, empático y funcional.

Desde la perspectiva de la industria, Olga Villacampa, directora comercial de Mundo Senior, explicó que su enfoque es crear desde cero productos adaptados a este segmento:

“No adaptamos viajes, los diseñamos basándonos en las necesidades del cliente senior”.

Los pilares de su propuesta son tres:

  • Seguridad y confort: viajes en grupo siempre acompañados por un guía de principio a fin del viaje.

  • Accesibilidad integral: circuitos y actividades adaptadas.

  • Formación del personal: selección de guías con empatía y proactividad.

Antonio Sánchez de Visit Benidorm, destacó la importancia de trabajar adaptando el destino a las necesidades del viajero senior e hizo referencia a la certificación “Destino Comprometido con las Personas Mayores”. El municipio trabaja para ofrecer playas accesibles todo el año, un extenso programa de actividades adaptadas y una gestión público-privada alineada, entre otras cosas.

“Ser un destino senior es una fortaleza. Este público aporta estabilidad, gasto y comunidad”, subrayó.

La mesa coincidió en que España tiene una ventaja cultural única: la mezcla natural de generaciones. Phil González señaló cómo los festivales “vintage” o las experiencias culturales compartidas reflejan esa convivencia entre jóvenes y mayores.

Por su parte, Jimmy Pons destacó el ejemplo de Peniche Living, un innovador cohousing senior en Vigo, con quien 55 plus hub colabora : “Es un espacio donde conviven mayores, pero que a su vez cuenta con un LAB para desarrollar proyectos de innovación, un centro de formación profesional dual, un coworking, un equipo de eSports, entre otras actividades. Los nietos quieren visitar a sus abuelos porque pueden jugar en familia. Ese espíritu intergeneracional es el que debemos trasladar al turismo”.

Olga Villacampa  añadió que la comunidad digital es esencial. “Nuestra audiencia está en Facebook y WhatsApp. Fomentamos grupos donde los viajeros se recomiendan destinos entre sí. Esa confianza entre pares es oro para las marcas”.

La tecnología fue otro de los ejes clave. Según Antonio Sánchez, el Big Data permite a destinos como Benidorm entender mejor el sentimiento y comportamiento del turista.

Jimmy Pons añadió que la innovación será esencial para afrontar el envejecimiento poblacional:

“Habrá menos personas para cuidar a los mayores. Por eso exploramos soluciones de inteligencia artificial conversacional,  robótica asistencial. Queremos que la tecnología haga las tareas funcionales para que las personas se centren en el cuidado emocional”.

Phil González completó la visión tecnológica con tres tendencias que marcarán la próxima década:

  • Robótica asistencial, con más de 200 millones de unidades previstas para 2030.

  • Control por voz, clave para personas con movilidad reducida.

  • Traducción simultánea, que eliminará las barreras idiomáticas.

El mensaje final de la mesa fue contundente: el turismo debe combinar la Inteligencia Artificial con la Inteligencia Emocional. “Aprovechar la potencia de la tecnología sin perder el sentido común, el trato humano y las emociones”.

El consenso fue unánime: el viajero senior no es un nicho, sino un protagonista clave del nuevo modelo turístico. Diseñar experiencias pensadas desde el origen para ellos, apoyarse en la tecnología y promover una visión intergeneracional e inclusiva serán los pilares del turismo senior de la próxima década.

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