Cuando visitas por primera vez los Balcanes, estás en cierto modo expectante por saber qué vas a encontrar allí. Inevitablemente, muchas veces tendemos a asociar esta región de Europa con la guerra de los Balcanes, sin embargo, cuando te sumerges en estos países te das cuenta que ya pasaron muchos años de estos acontecimientos y que, de una forma u otra, sus gentes viven alegremente.
Son ciudades y calles llenas de gente y de color, donde aún te puedes hacer un poco de lío con sus monedas y su pertenencia o no la Unión Europea.
- Serbia y Bosnia Herzegovina, no disponen de Euro ni tampoco pertenecen a la Unión Europea
- Crocia, no dispone de Euro pero pertenece a la Unión Europea
- Montenegro, dispone de Euro pero no pertenece a la Unión Europea
En esta ocasión quiero hablar de la costa de Montenegro, una de las grandes desconocidas de esta región, en parte porque desde España no hay vuelos directos a ninguno de los aeropuertos del país y también por la fama que cogió la costa de Croacia y la ciudad de Dubrovnik desde hace unos años.
Montenegro es un país pequeño pero precioso. Cuando aterrizas en el aeropuerto de Tivat parece que el avión va a posarse en las montañas que están justo detrás del aeródromo, muy cerquita de la costa. Verdes y altas.
Es cómodo conducir por el país, las carreteras están bien y el paisaje es digno de postal. Tanto al sur como al norte, la carretera va bordeando la costa y puedes disfrutar de unas estupendas montañas a un lado y el mar color aguamarina al otro.
A unos 10 Km al sur de Budva encontramos quizás la isla más famosa del país, es Sveti Stefan, ahora convertida en un hotel de lujo y donde desde los años ’50 empezaron a veranear diferentes celebridades como Marilyn Monroe, Sofia Loren o Claudia Schiffer, entre otros.
Un poco más al norte y en una bahía muy cerrada encontramos Kotor, ciudad Patrimonio de la Humanidad. Kotor es una población bellísima, amurallada, con calles empedradas, comercios tradicionales y mucha tranquilidad, excepto cuando se avistan las llegadas de los grandes cruceros. Efectivamente, esta tranquila población se ha convertido en parada casi obligada de numerosos barcos que durante unas horas, el bullicio te roba la paz y la tranquilidad, pero donde al final siempre encuentras rincones solitarios en la parte más elevada de la ciudad donde continuar con tus pensamientos.
Siguiendo hacia el norte de Kotor nos topamos, a mi juicio, con la zona de costa más bonita del país: Dobrota y Perast.
Dobrota es una pequeña población marinera al pie de la bahía donde, si nos acercamos a la orilla, veremos diferentes muelles con lugareños dándose un baño desde el amanecer hasta el anochecer. Si queremos darnos un capricho podemos optar por hacer noche en el Hotel Forza Mare o en el Hotel Palazzo Radomiri, seguro que no salimos defraudados porque ver estas puestas de sol no se pagan con dinero.
Perast es otra población marinera situada aún más cerca de la frontera con Croacia; justo enfrente de la costa vemos dos islas que llaman nuestra atención: Gospa od Škrpjela (nuestra Señora de las Rocas, en español) y Sveti Dorde (Isla de San Jorge)
En la primera encontramos una preciosa iglesia construida en 1.632 y que junto a toda la bahía de Kotor, ha pasado a ser Patrimonio de la Humanidad desde 1.979. En la segunda encontramos un monasterio benedictino del siglo XII y el antiguo cementerio de la vieja nobleza de Perast.
Es inexcusable no visitarlas y muy sencillo a la vez; desde la orilla hay numerosos locales que por unos 5€ te acercan a las islas y esperan a que des una vuelta y tomes algunas fotografías. El atardecer de nuevo, no tiene precio.
Si continuamos la ruta, en pocos minutos entraremos en Croacia y pondremos punto y final a nuestra ruta por Montenegro ¿Os animáis?