La inteligencia artificial avanza a pasos firmes en el ecosistema turístico global. Esta vez, el protagonista es ChatGPT, que acaba de estrenar su modo agente, una nueva capacidad que lo aleja definitivamente de ser solo un chatbot conversacional para convertirse en un verdadero asistente digital con autonomía para ejecutar tareas complejas, incluida la planificación y reserva completa de viajes. Este desarrollo abre interrogantes sobre la transformación del rol humano en la intermediación turística y la confianza que los usuarios estarán dispuestos a depositar en sistemas automatizados.
Mucho más que un chatbot
OpenAI presentó oficialmente esta funcionalidad el jueves 18 de julio, destacando que el nuevo modo agente de ChatGPT ya no se limita a generar texto o responder consultas. Ahora puede navegar por sitios web, hacer clic con un cursor virtual, completar formularios, ejecutar código, analizar archivos, compilar presentaciones y, lo que resulta especialmente relevante para la industria de viajes, realizar reservas reales de vuelos, hoteles o excursiones directamente en plataformas como Booking.com, utilizando permisos explícitos del usuario.
La capacidad de «actuar» representa un cambio cualitativo: ya no se trata solo de que la IA sugiera opciones o entregue información útil, sino que puede llevar a cabo tareas completas, de forma automatizada, a través de una navegación real en la web.
Disponibilidad y acceso limitado
Por el momento, esta función está siendo desplegada de manera gradual en los países donde ChatGPT está disponible, aunque todavía no ha llegado a mercados clave como España, Francia, Alemania e Italia, donde se están finalizando procesos regulatorios y revisiones externas. Según OpenAI, el acceso está restringido a los usuarios de pago de los planes ChatGPT Plus, Team y Pro, cuyos precios comienzan en los 20 dólares mensuales. Los usuarios del plan Pro contarán con 400 mensajes mensuales, mientras que el resto tendrán un límite inicial de 40, con opciones flexibles mediante créditos.
Se prevé que los clientes Enterprise y Education accedan al modo agente a finales de verano. En Asia, el despliegue ya ha comenzado, aunque países como China siguen manteniendo su prohibición a la herramienta.
Una herramienta versátil… también para el sector turístico
OpenAI presenta el modo agente como un asistente útil para estudiantes, emprendedores, desarrolladores y creativos, pero no escapa que una de sus aplicaciones más destacadas es en el ámbito de los viajes. En el vídeo demostrativo del lanzamiento, el sistema planifica y reserva un viaje completo para asistir a una boda, incluyendo selección de atuendo, búsqueda de hoteles en Booking.com, consulta de precios y disponibilidad, y finalmente, la realización de la reserva de forma automatizada.
Esto es posible porque el agente puede interactuar con sitios web tal como lo haría un humano: desplaza el cursor, elige opciones, llena formularios, y ejecuta la compra con la aprobación del usuario. Según OpenAI, esta tecnología podría ser aprovechada también por agencias de viajes para comparar paquetes, mantener bases de datos actualizadas, generar contenidos de marketing o diseñar boletines informativos personalizados.
Del planificador personal al conserje digital
La experiencia de planificar un viaje suele estar fragmentada entre múltiples pestañas, plataformas, reseñas, motores de búsqueda y herramientas de comparación. Con el modo agente, OpenAI promete eliminar esa fricción. Los usuarios pueden solicitar a ChatGPT que organice viajes ajustados a sus preferencias, fechas y presupuestos, y el sistema no solo busca las mejores opciones, sino que también construye itinerarios editables, reserva actividades y sincroniza todo con calendarios personales.
Por ejemplo, si se pide “planificar un viaje de 10 días a Japón centrado en gastronomía y templos, con un presupuesto máximo de 3.000 dólares”, el agente será capaz de seleccionar destinos, comparar precios de vuelos, seleccionar alojamientos, diseñar un recorrido diario e incluso completar las reservas de manera autónoma. Además, puede incorporar criterios personales, como evitar vuelos de madrugada, preferencia por hoteles boutique o el deseo de incluir clases de cocina en cada destino.
Esta personalización progresiva lo convierte en algo más que un buscador inteligente: actúa como un verdadero conserje digital que aprende del usuario y anticipa sus necesidades.
Oportunidades y desafíos para el sector profesional
Desde la perspectiva de quienes trabajan en el sector turístico, el lanzamiento de esta herramienta plantea tanto oportunidades como incertidumbres. Por un lado, permite imaginar nuevos escenarios de automatización en tareas administrativas, atención personalizada y planificación de viajes complejos. Por otro, introduce interrogantes sobre el rol de los agentes humanos, la privacidad de los datos bancarios o de acceso que los usuarios podrían ceder a un sistema de IA, y la responsabilidad operativa ante errores o malentendidos en la ejecución de reservas.
Uno de los puntos clave será la confianza: ¿están los viajeros dispuestos a delegar tareas críticas —como introducir su tarjeta de crédito en un formulario o aceptar condiciones de cancelación— a un sistema que todavía está en fase inicial? Asimismo, desde la óptica de las agencias tradicionales, surge el desafío de redefinir el valor añadido que ofrecen frente a un asistente virtual con capacidad de planificación integral.
Hacia una nueva intermediación automatizada
Lo que plantea el modo agente de ChatGPT es un modelo de intermediación diferente: ya no basado únicamente en la interfaz gráfica o los motores de búsqueda, sino en una conversación continua con una IA que toma decisiones, gestiona variables y ejecuta acciones. Este tipo de asistentes podrían instalarse también en los canales propios de hoteles, aerolíneas y operadores turísticos, reduciendo los puntos de fricción y acelerando las conversiones.
Además, podrían integrarse con otras herramientas de productividad, como calendarios, correos electrónicos o sistemas CRM, lo que permitiría automatizar la gestión de cambios, cancelaciones o seguimiento post-venta. La interoperabilidad con plataformas de mensajería, asistentes de voz o dispositivos móviles amplía aún más su potencial.
Una tecnología en evolución… y bajo escrutinio
A pesar de su potencial, la tecnología todavía enfrenta limitaciones. Actualmente, no puede realizar pagos por sí sola, y cada acción requiere confirmación explícita del usuario. También depende de permisos específicos para acceder a ciertos sitios o plataformas. En regiones como la Unión Europea, la regulación en torno al uso de datos personales, consentimiento informado y responsabilidad algorítmica seguirá siendo un factor decisivo en la implementación masiva de este tipo de sistemas.
Por otro lado, el sector deberá observar con atención cómo se desarrollan las alianzas entre estas IA y plataformas comerciales como Booking, Expedia o Tripadvisor, así como su impacto en la competencia por visibilidad y conversión. La evolución del modo agente podría abrir un nuevo frente en la transformación digital del turismo, no solo por su capacidad de automatizar procesos, sino por redefinir la forma en que las personas interactúan con los servicios turísticos.
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