En su intervención durante el Smart Travel News Roadshow Valencia, Carlos Hornstein, CEO y fundador de niikiis, ofreció una ponencia tan práctica como inspiradora sobre el papel real de los líderes en la gestión del talento. Bajo el título «El 2×1 en la gestión del talento», Hornstein planteó cuatro preguntas esenciales para repensar el enfoque que los hoteles (y cualquier empresa) dan al liderazgo de sus equipos.
¿Qué significa realmente gestionar talento?
Según Hornstein, más allá de atraer o retener empleados, el objetivo de la gestión del talento es claro: buscar la felicidad en el entorno laboral. “Solo una de cada diez personas en España está comprometida con su trabajo”, recordó, citando datos de Gallup. La solución empieza por humanizar el entorno de trabajo, crear espacios emocionalmente seguros y empoderar a los empleados con tareas significativas, responsabilidad y visibilidad del impacto de su trabajo.
El papel clave de los mandos intermedios
Hornstein subrayó que el 57 % de los trabajadores abandona su empleo por culpa directa de su supervisor, lo que convierte al manager en una figura crítica. “Son los verdaderos superhéroes de las organizaciones”, afirmó. Por eso, reclamó dotarles de herramientas y tiempo suficiente para desarrollar su rol de forma efectiva.
Escuchar, más que hablar
La habilidad esencial, insistió, es saber escuchar. Y para poder escuchar, hay que crear el tiempo necesario para mantener conversaciones reales, que integren también la dimensión personal del empleado. “No creo en el equilibrio entre vida personal y profesional; creo en la armonía”, explicó.
Reducir tareas administrativas y digitalizar
Uno de los grandes obstáculos, según el CEO de niikiis, es la sobrecarga administrativa: los mandos dedican un 30 % de su tiempo a tareas operativas y poco valor añadido. Aquí es donde la tecnología juega un papel decisivo. Herramientas como las desarrolladas por niikiis permiten automatizar procesos como el onboarding, la formación, las evaluaciones o la comunicación interna, liberando tiempo para lo realmente importante: las personas.
“La gestión del talento no es responsabilidad exclusiva de Recursos Humanos. Es tarea de cada líder, de cada manager, de cada persona que gestiona personas”, concluyó Hornstein.
Y como broche final, un recordatorio memorable: “Tenemos dos orejas y una boca. Así que más que hablar, toca escuchar”.