Apple quiere convertirse en un actor clave dentro del ecosistema turístico. La compañía está expandiendo el alcance de su billetera digital, Apple Wallet, para que los usuarios puedan utilizarla en cada etapa del viaje: desde desbloquear un coche o pasar los controles de seguridad hasta pagar hoteles, transporte y compras a bordo de un avión. El objetivo es claro: captar una porción más amplia del gasto turístico global, un mercado hasta ahora dominado por emisores de tarjetas como American Express, Visa o JPMorgan Chase.
Durante su intervención en el Money 20/20 Conference celebrada en Las Vegas el 26 de octubre, Jennifer Bailey, vicepresidenta de Apple Pay y Apple Wallet, explicó que la compañía está integrando su billetera digital en múltiples puntos de contacto del viaje. La intención, subrayó, es ofrecer una experiencia fluida en la que los viajeros puedan utilizar Apple Pay prácticamente en cualquier parte del recorrido.
Un ecosistema integrado en cada etapa del viaje
Según Bailey, el uso de Apple Wallet puede comenzar incluso antes de llegar al aeropuerto. “Si vives en las afueras y conduces, puedes desbloquear tu coche con una llave digital almacenada en tu Apple Wallet”, explicó. Desde ese primer paso, la aplicación se convierte en el eje de la experiencia de viaje: permite almacenar billetes de transporte, llaves digitales de hotel y tarjetas de embarque, además de realizar pagos sin contacto en múltiples establecimientos.
Actualmente, los usuarios pueden utilizar Apple Pay en los sistemas de transporte público de más de 800 ciudades en todo el mundo, así como en cadenas internacionales como Starbucks, y servicios de movilidad como Uber y Lyft. En el sector aéreo, la integración también avanza: American Airlines permite añadir las tarjetas de embarque directamente a Apple Wallet, y Alaska Airlines acepta pagos a bordo a través de Apple Pay desde 2023.
En aeropuertos compatibles, los pasajeros también pueden usar sus identificaciones digitales almacenadas en la aplicación para pasar los controles de seguridad de la TSA (Transportation Security Administration), lo que agiliza los procesos y reduce el contacto físico.
Competencia feroz por el control del gasto turístico
A pesar de este avance, el desafío de Apple es enorme. Las grandes entidades financieras continúan concentrando la mayor parte del gasto turístico a nivel mundial. American Express registró en 2025 más de 376.000 millones de dólares en transacciones vinculadas a viajes, según datos publicados por Forbes en septiembre. Por su parte, Visa —que mantiene tarjetas co-marcadas con aerolíneas como Southwest y United— alcanzó entre 920.000 millones y 1,2 billones de dólares en gasto en viajes y entretenimiento durante el año.
Frente a estos gigantes, la compañía de Cupertino busca abrirse camino con una propuesta basada en conveniencia, seguridad y una experiencia unificada. Sin embargo, Apple no ha revelado cifras sobre el volumen de gasto en viajes realizado a través de Apple Pay, lo que deja en el aire su impacto real dentro del mercado turístico.
Una apuesta estratégica: del móvil al mundo físico
La expansión de Apple Wallet no se limita a los pagos. La compañía está convirtiendo su ecosistema en una herramienta que conecta lo digital con lo físico. La posibilidad de almacenar llaves de habitación, identificaciones oficiales o billetes de transporte convierte al iPhone en un asistente de viaje completo. En palabras de Bailey, la meta es que “el viajero no tenga que cambiar de entorno ni de aplicación para gestionar su viaje”.
Esta estrategia refuerza la visión de Apple de posicionarse más allá del hardware, consolidando sus servicios financieros como una fuente clave de ingresos recurrentes. La integración de Apple Pay en sectores como la movilidad o la hotelería le permite competir en un terreno dominado por empresas con décadas de experiencia en fidelización y crédito.
Un futuro marcado por la personalización y la seguridad
Los expertos señalan que el verdadero valor de esta expansión radica en la personalización y la seguridad. Con la adopción de tecnologías de autenticación biométrica y cifrado avanzado, Apple Wallet busca convertirse en la opción más segura para pagos y gestión de datos personales durante el viaje. Además, la compañía aspira a ofrecer una experiencia sin fricciones que combine lo mejor del mundo financiero con la comodidad digital.
El avance de Apple Pay en el turismo también podría transformar la forma en que los hoteles, aerolíneas y operadores turísticos gestionan sus propios procesos de cobro y relación con el cliente. A medida que la tecnología se integre más en la vida cotidiana de los viajeros, el sector deberá adaptarse a un ecosistema donde los teléfonos inteligentes se convierten en el principal medio de identificación, pago y comunicación.
Un terreno aún por conquistar
Aunque Apple ya ha logrado una amplia adopción global —con presencia en más de 180 países y millones de usuarios activos—, el camino hacia dominar los pagos turísticos todavía está en construcción. Su principal desafío será convencer tanto a los consumidores como a los operadores de que Apple Wallet puede ofrecer no solo conveniencia, sino también valor añadido frente a los programas tradicionales de tarjetas y fidelización.
De momento, el movimiento de la compañía evidencia una tendencia más amplia: la convergencia entre tecnología, finanzas y movilidad en la industria del viaje. Si logra consolidar su posición, Apple podría redefinir cómo los viajeros pagan, se identifican y se mueven en un mundo cada vez más digital.
En un escenario dominado por gigantes financieros, Apple apuesta a una nueva forma de viajar: una en la que la billetera ya no está en el bolsillo, sino en la palma de la mano.
Información original en Payments Dive.
