La recuperación de los viajes corporativos se desacelera en 2025 en un escenario de cambios estratégicos

La recuperación del turismo corporativo en 2025 avanza, pero a un ritmo desigual. Según el último informe de Deloitte, mientras las pequeñas y medianas empresas impulsan el crecimiento, las grandes corporaciones están recortando sus presupuestos, condicionadas por la presión de los costes y los objetivos de sostenibilidad. Para el sector hotelero, el panorama es mixto: las tarifas de habitación se mantienen bajo presión, la demanda de grupos cae y los congresos vuelven a posicionarse como el principal motor de estancias vinculadas al negocio.

Grandes corporaciones se repliegan

El estudio de Deloitte revela que una de cada cinco grandes compañías —aquellas con un gasto superior a 7,5 millones de dólares en 2024— prevé recortes en sus presupuestos de viajes para este año. En contraste, la mayoría de las firmas más pequeñas planea aumentarlos, apostando por reforzar su actividad comercial y de formación presencial.

Este movimiento refleja una tendencia clara: las multinacionales, más expuestas a la inflación y a las exigencias de reducción de emisiones, buscan optimizar cada desplazamiento, mientras que las empresas de menor tamaño ven en el contacto directo una oportunidad para crecer y consolidar relaciones.

Menos frecuencia en los viajes

La incidencia general de viajes corporativos también retrocede. En 2024, el 36 % de los empleados viajaba por motivos de trabajo; en 2025, esa cifra ha descendido al 31 %. Además, los viajeros frecuentes han reducido el número de desplazamientos mensuales, una señal de que los viajes se han vuelto más selectivos y estratégicos.

Congresos y formación, los grandes impulsores

Los congresos se consolidan como el principal motivo de viaje, lo que también explica el peso de las reservas grupales en el sector hotelero. Sin embargo, CoStar reporta una caída del 3 % en la demanda de grupos en Estados Unidos durante el segundo trimestre de 2025, junto con un descenso del 0,8 % en el RevPAR, lo que evidencia un crecimiento moderado del alojamiento corporativo.

Junto a los congresos, la formación y el desarrollo profesional han ganado protagonismo, especialmente en empresas pequeñas y medianas. Los programas de capacitación y los eventos internos se convierten así en catalizadores de noches de hotel, en un momento en que la inversión se orienta más hacia actividades que refuercen el talento y la eficiencia interna.

Costes y sostenibilidad, factores determinantes

Más de la mitad de los travel managers encuestados por Deloitte identifican el aumento de los precios como el principal freno a la expansión de los viajes corporativos. A esto se suman las metas de sostenibilidad, que en algunos casos obligan a reducir los volúmenes de desplazamientos en un 20 % o más.

La presión regulatoria y las expectativas de clientes e inversores obligan a las empresas a integrar criterios medioambientales en su política de viajes. Esto supone desde limitar vuelos de corta distancia hasta priorizar hoteles con certificaciones verdes o proveedores que ofrezcan combustibles sostenibles para la aviación (SAF).

Evolución en los hábitos de reserva

Otro de los cambios detectados es la forma en la que los empleados reservan sus viajes. Los viajeros frecuentes muestran una mayor adherencia a las herramientas corporativas de gestión, mientras que el uso de agencias online (OTAs) se reduce, en parte gracias a la mejora en la experiencia de usuario de las plataformas corporativas.

Este ajuste en los hábitos de compra refuerza el control de las empresas sobre el gasto, al tiempo que mejora la trazabilidad de los datos necesarios para cumplir con los objetivos de sostenibilidad y reportar con mayor precisión.

Hacia un viaje corporativo más responsable

La transformación no se limita a los recortes presupuestarios o a la eficiencia operativa. Cada vez más organizaciones avanzan hacia un modelo de viaje responsable, integrando opciones sostenibles directamente en los procesos de reserva. Hoteles con prácticas respetuosas con el medioambiente, vuelos con menor huella de carbono o políticas que limitan el número de desplazamientos forman parte de un ecosistema en el que la sostenibilidad deja de ser un añadido para convertirse en un criterio central.

Conclusión: señales de un nuevo equilibrio

El mercado de los viajes corporativos en 2025 no muestra una contracción generalizada, pero sí una transformación en profundidad. La apuesta de las grandes empresas por la eficiencia y la sostenibilidad contrasta con la estrategia expansiva de las pymes, que ven en el contacto presencial un motor de crecimiento.

Para el sector hotelero y los actores turísticos, estos cambios suponen un reto y una oportunidad: adaptarse a un viajero corporativo más exigente, más selectivo y condicionado por factores externos, pero que seguirá necesitando espacios donde reunirse, formarse y generar vínculos de negocio.

Información original en Deloitte.

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