Con los cambios en los hábitos de búsqueda y reserva impulsados por la inteligencia artificial, el marketing turístico se enfrenta a un punto de inflexión: adaptarse o quedar atrás.
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la industria turística está redefiniendo no solo los procesos operativos, sino también la manera en que los viajeros descubren, planifican y reservan sus experiencias. En este nuevo escenario, el papel del marketing, y en particular del SEO, se vuelve más relevante que nunca.
Durante una de las sesiones del ciclo The New Age(nts) Trend Series, organizado por Phocuswright como parte de su informe Travel Innovation and Technology Trends 2025, varios expertos analizaron el impacto de la IA en la visibilidad online, la planificación de viajes y el futuro del marketing turístico. La conversación giró especialmente en torno a cómo herramientas como Google AI Overviews están transformando el comportamiento de búsqueda.
El fin del buscador tal como lo conocíamos
Mike Coletta, responsable de investigación e innovación de Phocuswright, lanzó una pregunta directa: “El elefante en la habitación es la búsqueda, porque históricamente ahí es donde la mayoría ha empezado su viaje”. Y no es para menos. Con el despliegue de los resúmenes generados por IA en Google, que alteran radicalmente la forma en que los resultados aparecen en pantalla, el paradigma de la búsqueda tradicional se tambalea.
John Lyotier, cofundador y CEO de TravelAI, fue claro: “Lo único seguro es que todo cambiará”. Para Brennen Bliss, CEO de Propellic, la incertidumbre es total: “Nadie sabe a ciencia cierta cómo será el proceso de investigación, planificación y compra en un año. Podría seguir dominado por Google, o quizá otro chatbot se imponga”.
Adaptarse con curiosidad y aprendizaje continuo
Ante este panorama, los panelistas coincidieron en que la clave para el éxito será mantener la curiosidad, formarse continuamente y no tener miedo a experimentar. Para Michael Goldrich, presidente de HSMAI NYC y fundador de Vivander Advisors, el rol del marketero evolucionará hacia el de un “jefe de agentes”.
“No vas a ser simplemente un responsable de marketing o revenue. Vas a gestionar flujos de trabajo con múltiples agentes de IA que escribirán textos, enviarán newsletters y ejecutarán campañas en redes sociales”, explicó. Su recomendación: entender profundamente estas tecnologías para poder liderarlas con criterio.
Bliss añadió que la diferencia entre las empresas que ganen y las que queden rezagadas será “abismal”. La clave, subrayó, está en cultivar una curiosidad intelectual constante y no conformarse con el statu quo. “La empresa puede fomentar la concienciación, pero hay una responsabilidad individual en este proceso de transformación”, aseguró.
El marketing sigue siendo cuestión de matemáticas
Lejos de quedar obsoleto, el marketing mantiene su esencia: medición, estrategia y eficiencia. Así lo reafirmó Lyotier, quien recordó que “el marketing es una mezcla de arte y ciencia, pero al final todo se reduce a las matemáticas”. A medida que el sector turístico crece un 8% anual, las marcas que sepan optimizar sus estrategias serán las que capten una mayor cuota del mercado.
“Experimentar constantemente es clave. Encuentra los canales que funcionan para ti: pagados, orgánicos o nuevos formatos. Pero mídelo todo y ajústate en tiempo real”, aconsejó.
El SEO no ha muerto: se ha transformado
Frente a las transformaciones en los motores de búsqueda, el SEO sigue siendo la base de cualquier estrategia de visibilidad digital. Si bien el formato de los resultados ha cambiado, los principios siguen vigentes: contenido relevante, estructura optimizada, respuestas claras a preguntas reales de los usuarios.
Lo que está emergiendo ahora es el concepto de AIO (Artificial Intelligence Optimization), una extensión natural del SEO que tiene en cuenta cómo los sistemas de IA seleccionan, sintetizan y muestran la información. Esto incluye desde los resultados en Google hasta las respuestas de asistentes como ChatGPT o Perplexity.
Para los profesionales del turismo, esto significa repensar cómo se redactan los contenidos, qué datos se priorizan, y cómo generar autoridad y credibilidad en un ecosistema donde las recomendaciones de IA son cada vez más influyentes.
¿Qué pueden hacer los profesionales del marketing turístico hoy?
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Formarse continuamente: conocer las herramientas emergentes y entender sus limitaciones y posibilidades.
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Fomentar la colaboración: romper los silos entre equipos de contenido, SEO, ventas y tecnología.
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Optimizar con intención: aplicar principios de SEO también en redes sociales y plataformas visuales como Instagram o TikTok.
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Experimentar sin miedo: lanzar pilotos, probar nuevos canales, medir resultados y ajustar sobre la marcha.
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Poner al usuario en el centro: entender sus motivaciones emocionales y responder a ellas de forma hiperpersonalizada, aprovechando las capacidades de la IA.
Un nuevo ciclo para el marketing turístico
La transformación que se avecina no es menor. Implica repensar roles, herramientas, estrategias y métricas. Pero también representa una oportunidad para renovar el vínculo entre las marcas y los viajeros, apostando por experiencias más auténticas, útiles y relevantes.
En este contexto, el marketing deja de ser solo una función de promoción para convertirse en un puente entre la tecnología y las emociones. Y el SEO, lejos de desaparecer, se consolida como la piedra angular sobre la que se construyen las nuevas rutas digitales.
Como concluyeron los expertos, el éxito no dependerá de saberlo todo hoy, sino de tener la voluntad de aprender mañana.
Información original en PhocusWire.