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Google reconfigura la visibilidad hotelera: la IA toma el control del descubrimiento de viajes

La forma en que los viajeros descubren hoteles está cambiando de raíz, y el motor de esta transformación es la inteligencia artificial. Con la introducción de predicciones de viaje impulsadas por IA, Google está dejando atrás el modelo de búsqueda tradicional y dando paso a una experiencia hiperpersonalizada que redefine las reglas del juego para la visibilidad hotelera.

Los hoteles que no se adapten a esta nueva dinámica corren el riesgo de perder presencia en los momentos clave de inspiración y, con ello, reservas potenciales.

De buscar a ser encontrados: el nuevo viaje comienza con la IA

Hasta hace poco, el descubrimiento de destinos y alojamientos dependía del comportamiento activo del usuario: una búsqueda intencional, una comparación de opciones, una selección consciente. Hoy, Google anticipa los deseos de los usuarios incluso antes de que empiecen a planificar. Utilizando datos en tiempo real, comportamiento de navegación, demografía e historial de actividad, la IA predice posibles destinos y muestra recomendaciones personalizadas sin necesidad de una consulta explícita.

Esta evolución cambia la lógica del marketing hotelero. Ya no se trata solo de invertir en publicidad para estar presente en las búsquedas, sino de contar con una presencia digital robusta y bien estructurada que permita a los algoritmos identificar y recomendar el alojamiento adecuado al viajero adecuado, en el momento preciso.

Recomendaciones hechas a medida

Uno de los cambios más significativos es la capacidad de la IA para alinear sugerencias de destino y alojamiento con los gustos personales de cada usuario. Por ejemplo, quienes priorizan la sostenibilidad verán opciones ecológicas, mientras que las familias recibirán recomendaciones adaptadas a sus necesidades. Todo esto se ajusta dinámicamente según el clima, los precios, los eventos locales y otros factores contextuales.

Además, consultas tan sencillas como “viaje a Costa Rica enfocado en la naturaleza” activan respuestas generadas por IA que incluyen itinerarios completos con actividades, hoteles y restaurantes. Este enfoque no solo acelera la planificación, sino que también reduce la ventana de decisión, haciendo que la conversión ocurra en etapas mucho más tempranas.

Un ecosistema de influencia constante

El impacto no se limita a la barra de búsqueda. El ecosistema de Google —que abarca desde Maps y Search hasta Gemini y Google Lens— ofrece múltiples puntos de contacto a lo largo del proceso de planificación. La visibilidad de un hotel ahora depende de su capacidad para estar presente, con información coherente y optimizada, en todos estos canales interconectados.

Aquí, la calidad de los datos es determinante. Los hoteles con perfiles actualizados, descripciones detalladas y uso de datos estructurados (como los estándares de schema.org) tienen más posibilidades de ser destacados en las recomendaciones automáticas. En cambio, aquellos con información genérica o incompleta corren el riesgo de ser ignorados por los algoritmos.

De la propuesta genérica a la segmentación precisa

El nuevo paradigma favorece a los hoteles que comunican una propuesta clara y orientada a perfiles específicos de viajeros. Posicionarse como «una opción para todos» ya no es efectivo. En cambio, propiedades que se identifican como ideales para viajeros de negocios, familias, ecoturistas o quienes buscan lujo exclusivo, se alinean mejor con los patrones de selección de la IA.

Además, el precio ya no influye solo en la conversión, sino también en la visibilidad inicial. Los sistemas de IA consideran el pricing dinámico como un factor al momento de ordenar resultados, premiando a los alojamientos con precios competitivos y bien temporizados.

¿El fin de la sorpresa?

Un efecto colateral de esta automatización es la reducción de la «serendipia» en el descubrimiento de nuevos lugares. Los usuarios tienden a ver lo que el algoritmo considera relevante para sus patrones pasados, lo que puede limitar la exposición a propuestas diferentes o emergentes. Para los hoteles independientes o menos conocidos, esto supone un desafío añadido: deben trabajar activamente para enviar señales positivas al algoritmo, como reseñas destacadas, interacciones y contenido compartido.

Qué pueden hacer los hoteles ahora

Ante este escenario, los expertos recomiendan una serie de acciones concretas para adaptarse a este nuevo modelo de descubrimiento digital:

  • Auditar y optimizar su presencia en Google, especialmente en Search, Maps y el perfil de empresa.

  • Aplicar datos estructurados mediante etiquetas como las de schema.org para facilitar la lectura por parte de los sistemas automatizados.

  • Definir con claridad su propuesta de valor, orientándola a segmentos específicos de viajeros.

  • Monitorear su aparición en sugerencias generadas por IA y ajustar su estrategia en función de esos datos.

  • Fomentar interacciones positivas, como reseñas, compartidos y guardados, que mejoren su relevancia algorítmica.

  • Integrar métricas de visibilidad IA en la estrategia de revenue, evaluando cómo estas variables impactan las reservas y ajustando tarifas de forma dinámica.

Una transformación en marcha

La introducción de estas funcionalidades por parte de Google marca un punto de inflexión para la industria hotelera. Adaptarse no será opcional, especialmente para aquellos que deseen mantener o mejorar su presencia digital en un entorno cada vez más automatizado y competitivo.

Más allá del desafío tecnológico, esta evolución exige un cambio de mentalidad: pensar no solo en términos de marketing tradicional, sino en términos de datos, estructura, segmentación y experiencia de usuario digital. En un contexto donde las decisiones de los viajeros comienzan mucho antes de que lo sepan, estar preparado es la única forma de ser descubierto.

Información original en Whitesky.

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