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La hotelería sin filtros: liderazgo, talento y realismo en la última charla del Roadshow Valencia

La hotelería sin filtros: liderazgo, talento y realismo en la última charla del Roadshow Valencia

Smart Travel News Roadshow Valencia cerró su jornada con una de las conversaciones más esperadas: una entrevista sin filtros entre dos referentes del sector, Juan Carlos Sanjuán, CEO y fundador de Casual Hoteles, y Ricardo Sánchez, director general del Hotel Cap Negret. Moderada por Juan Daniel Núñez, fundador de Smart Travel News, la charla fue todo menos convencional.

Desde el primer minuto quedó claro que no era una mesa al uso. Entre bromas y verdades incómodas, los dos hoteleros compartieron su visión descarnada sobre el estado del sector, el papel del CEO en los hoteles, la dificultad de atraer y retener talento, y el impacto de medidas políticas sobre la operativa diaria.

«El turismo necesita un Ministerio propio»

Ambos comenzaron imaginando qué harían si fueran ministros de Turismo. La coincidencia fue inmediata: hace falta un Ministerio exclusivo para el turismo. “No puede ser que la principal industria del país no tenga un profesional al frente de su ministerio”, reclamó Sanjuán, subrayando que “viajar no te hace profesional del turismo”.

Sánchez fue más allá: “Intentaría una limpieza y profesionalización del funcionariado. La administración no evoluciona al ritmo del sector”.

Marca personal: ¿trampolín o cárcel?

La conversación giró después en torno a la marca personal. “El personaje se come a la persona”, confesó Sanjuán, reconociendo que a veces le gustaría dirigir su empresa en la sombra. “A mí me caen palos por Twitter hasta de mi propio equipo”, bromeó.

Para Ricardo Sánchez, la impronta personal es importante, pero reconoce que su caso es diferente: “Llevo cuatro años en un hotel que cumple 50, y mi reto ha sido darle un nuevo impulso con personalidad propia, pero no soy el fundador. Aun así, el cliente quiere reservar contigo, hablar contigo… y hay que estar”.

Tematización y visión estratégica

Ambos coincidieron en que la diferenciación —a través de la tematización o de la especialización en nichos como el cicloturismo— ha sido clave. Cap Negret pasó de trabajar con el Imserso a convertirse en un referente para ciclistas. “En invierno superamos el 90 % de ocupación gracias al ciclismo, y lo más importante: mantenemos una plantilla estable de más de 100 personas todo el año”, explicó Sánchez.

Sanjuán recordó que Casual Hoteles nació por accidente en un antiguo club nocturno que no podía reformar. “La gente no venía solo porque era barato, sino porque era diferente. Ese fue el punto de inflexión”. Hoy, la cadena supera el 90 % de ocupación anual.

El rol del CEO: luces largas y presencia real

Ambos subrayaron que el CEO debe conducir con luces largas. “El día a día se come a los directores de hotel. Yo ya estoy pensando en cómo será el primer cuatrimestre de 2026”, apuntó Sánchez. “El CEO debe ver lo que otros aún no ven y, además, estar físicamente en el barro: atornillando camas, montando hoteles o animando equipos”.

Sanjuán fue tajante: “La confianza del equipo no se gana ordenando, se gana demostrando”.

Talento, sueldos y realismo

La conversación subió de tono al hablar de recursos humanos. “Nos han quitado las ganas de trabajar. Falta motivación, falta calidad de vida y, sobre todo, falta pagar mejor”, denunció Sánchez.

Sanjuán apostilló: “Si pagas cacahuetes, tienes monos. En Casual pagamos seguro médico, horarios flexibles, formación… incluso másters completos. Pero el problema no es solo económico: es que no hay personal. Nos peleamos por camareros en grupos de WhatsApp. Contraté hasta camareras de piso mancas. Literalmente”.

El cierre: humor y contundencia

En la ronda final, ambos coincidieron en que el mayor miedo actual no son las OTAs, sino la subida incontrolable de costes. Y en cuanto a tecnología, Sanjuán fue provocador: “Invertimos porque nos lo dicen. Falta estrategia. Y aún así, somos una industria muy tecnificada sin saberlo”.

Con esa frase, entre risas y aplausos, se cerró una conversación real, necesaria y —sobre todo— humana, que puso el broche a un evento marcado por la autenticidad.

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