Durante su intervención en el Smart Travel News Roadshow Valencia, João Ulian, Sales Manager de Mews, rompió con la visión tradicional del PMS como una simple herramienta de gestión de habitaciones. Su ponencia, titulada “El PMS más allá de la gestión de habitaciones”, demostró cómo la tecnología puede transformar cada rincón del hotel en una oportunidad de personalización y rentabilidad.
“En Mews, el cliente es el corazón del PMS”, comenzó Ulian, quien explicó cómo la compañía ha desarrollado un enfoque centrado en mejorar la experiencia del huésped antes, durante y después de su estancia. Ese enfoque se traduce en herramientas que combinan inteligencia artificial, automatización, reservas dinámicas y comunicación 24/7 con el huésped.
Revenue Management automático, en tiempo real
Uno de los pilares de esta estrategia es Atomize, el RMS de Mews que ajusta tarifas automáticamente en función de eventos, demanda y precios de la competencia. “Si se confirma un concierto a las nueve de la noche, la IA actualiza el precio en segundos. Ningún revenue manager puede reaccionar tan rápido”, explicó Ulian. En algunos casos, aseguró, una sola noche de alta demanda puede compensar años de inversión en tecnología.
Upselling personalizado y check-in inteligente
Otro de los puntos destacados fue el portal del cliente, que permite hacer check-in online, gestionar preferencias y ofrecer upselling automatizado. “Si sabemos que un cliente se alojó en la suite 15 en su última visita, podemos ofrecérsela de nuevo antes de llegar. No es solo vender: es recordar, personalizar y mejorar la experiencia”, afirmó.
Espacios reservables: el nuevo modelo de hotel
Ulian animó a los hoteles a dejar de pensar solo en términos de habitaciones. “Muchos hoteles tienen parkings, bicis, salas de reuniones o incluso rincones del lobby infrautilizados. Todo eso puede reservarse y monetizarse”. Mews permite gestionar esos activos como si fueran habitaciones, ampliando las fuentes de ingreso sin necesidad de grandes inversiones.
La personalización como diferenciador
Con ejemplos como el de un hotel en Portugal donde el check-in se hace tomando café con el huésped desde una tablet, Ulian defendió que la tecnología debe estar al servicio de la hospitalidad, no sustituirla. “La IA capta cada interacción con el cliente: quejas, peticiones, preferencias… Y las pone en manos del personal en tiempo real”, explicó. “Esa información es la que permite ofrecer una experiencia memorable y mejorar valoraciones, fidelización… y precios”.
“Hoy en día, los hoteles boutique suben ocupaciones porque mantienen el tacto humano. Las grandes cadenas están perdiendo esa conexión”, concluyó.