Google ha comenzado a dar sus primeros pasos hacia la monetización de los resultados generados por inteligencia artificial, al colocar anuncios relacionados con viajes en motores de búsqueda operados por startups. Esta prueba piloto, que se realiza fuera de sus propias plataformas como Gemini, marca un hito en la estrategia publicitaria del gigante tecnológico. A través de su programa AdSense for Search, Google permite que motores de búsqueda generativa como iAsk integren enlaces patrocinados de grandes marcas turísticas en sus respuestas.
Aunque por ahora la iniciativa está en fase experimental y limitada a algunos actores, su implementación sugiere un futuro en el que los asistentes conversacionales y los motores de IA no solo informarán, sino también generarán ingresos mediante formatos publicitarios cada vez más sofisticados y contextuales.
Publicidad integrada en búsquedas con IA
El cambio es significativo: por primera vez, los usuarios pueden ver cómo los resultados generados por inteligencia artificial incluyen contenido patrocinado, algo que hasta ahora se había limitado a los motores de búsqueda tradicionales.
En concreto, iAsk, una startup con sede en Chicago fundada en 2022, ha comenzado a mostrar anuncios de empresas como Tripadvisor, Viator, American Airlines, Kayak, CheapOair y otras plataformas de reservas. Estos enlaces aparecen como parte de las respuestas que el motor de búsqueda ofrece a preguntas relacionadas con viajes, como “¿Qué hacer en Nueva York?” o “¿Dónde alojarse en Manhattan?”.
El funcionamiento es similar al modelo clásico de AdSense: cuando un usuario introduce una consulta, el sistema muestra anuncios relevantes que permiten a los editores obtener ingresos por clics o impresiones. Lo novedoso, en este caso, es que dichos anuncios se insertan dentro de una experiencia de conversación generada por IA, no en una lista de enlaces como en el buscador de Google.
La expansión de AdSense al mundo de la IA
Google ha confirmado que su programa AdSense for Search fue ampliado a principios de este año para incluir a motores de búsqueda basados en IA, después de pruebas realizadas con un grupo reducido de editores. Esta iniciativa abre la puerta a que más plataformas emergentes utilicen el sistema de monetización de Google para rentabilizar sus experiencias conversacionales.
Desde Google explicaron que los anunciantes seguirán teniendo control sobre dónde se muestran sus anuncios. A través de herramientas disponibles en la plataforma publicitaria, pueden excluir sitios concretos o incluso optar por no participar en toda la red de socios de búsqueda.
iAsk, por su parte, confirmó su participación en este piloto a través de una publicación en LinkedIn, donde destacó que fue una de las primeras startups de inteligencia artificial seleccionadas para probar anuncios dentro de entornos conversacionales. No obstante, no respondió a solicitudes adicionales de comentarios. La empresa recaudó 4,2 millones de dólares en financiación inicial el año pasado.
Otro motor de búsqueda basado en IA, Liner, también fue mencionado en la cobertura de Bloomberg como participante en el programa, aunque las consultas realizadas en esta plataforma no activaron anuncios relacionados con viajes.
¿Qué significa esto para el turismo?
La aparición de anuncios patrocinados en motores de búsqueda con IA podría tener un impacto directo en la visibilidad y las estrategias de marketing digital de las empresas turísticas. En la actualidad, muchas agencias de viajes online, aerolíneas y plataformas de actividades dependen en gran medida del tráfico generado por buscadores como Google. Sin embargo, los asistentes de IA como ChatGPT, Gemini o Perplexity no han estado mostrando enlaces promocionados, lo que ha suscitado interrogantes sobre cómo se monetizarán estos nuevos canales.
Ahora, con la inclusión de anuncios en motores como iAsk, Google empieza a dar forma a un modelo de negocio donde las búsquedas conversacionales también generan ingresos. Para las marcas turísticas, esto implica la necesidad de repensar su posicionamiento, tanto en buscadores tradicionales como en nuevas plataformas alimentadas por IA.
Además, la situación se produce en un contexto especialmente sensible para Google. A finales de abril, un juez federal de EE. UU. dictaminó que la compañía había incurrido en prácticas anticompetitivas para mantener su dominio en la publicidad online. El Departamento de Justicia propuso esta semana que Google se vea obligada a vender dos de sus principales productos de tecnología publicitaria. Algunas voces del sector turístico consideran que este tipo de resoluciones podría abrir el mercado y beneficiar a empresas más pequeñas en el largo plazo.
¿Y qué pasa con Gemini?
Por ahora, el propio asistente de inteligencia artificial de Google, Gemini, no muestra resultados patrocinados. Esta diferencia sugiere que la compañía está utilizando a sus socios externos como campo de pruebas antes de aplicar estrategias similares en sus propias plataformas.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que se experimenta con publicidad en entornos de IA. Perplexity, otro motor de búsqueda conversacional, lanzó su propio programa publicitario a finales del año pasado, siendo pionero en explorar cómo integrar anuncios sin romper la experiencia del usuario.
Lo que sí está claro es que los motores de búsqueda están evolucionando rápidamente. Los usuarios están dejando de hacer clic en enlaces para, en su lugar, interactuar con agentes que les dan respuestas directas. En ese contexto, las marcas que quieran mantener su presencia en el ecosistema digital tendrán que adaptarse a estos nuevos formatos.
Nuevas oportunidades, nuevas reglas
La inclusión de anuncios en motores de búsqueda con IA plantea también una serie de desafíos técnicos y éticos. A diferencia de las búsquedas tradicionales, donde el usuario ve claramente qué es contenido patrocinado y qué no, en una conversación con IA esa distinción puede ser menos evidente. Será fundamental que las plataformas aseguren transparencia en la presentación de los anuncios y que los reguladores vigilen estas nuevas formas de publicidad para proteger los derechos de los consumidores.
Desde el punto de vista de las agencias de marketing y los anunciantes del sector turístico, estas pruebas abren la puerta a nuevas estrategias de visibilidad. Si bien aún es pronto para determinar qué nivel de conversión pueden generar estos nuevos espacios, está claro que las grandes tecnológicas están sentando las bases de la próxima era de la publicidad digital.
El futuro del posicionamiento en buscadores ya no dependerá exclusivamente de los rankings de Google, sino también de cómo y dónde aparezcan las marcas en las respuestas generadas por IA. La carrera por conquistar la atención del viajero ha entrado en una nueva fase, y esta vez, los motores son inteligentes.