La crisis de la COVID-19 ha llevado al mercado inmobiliario del alquiler a experimentar cambios en medio de esta nueva coyuntura que hacen que la oferta haya de adaptarse a las nuevas necesidades y características de la demanda.
Según los datos de pisos.com, cuando ya se cumplido un mes desde la apertura de las fronteras españolas, la oferta de alquiler disponible ha registrado un cambio notable en la tipología de las viviendas.
Así, desde principios de marzo hasta mediados de julio, el 20% del total de inmuebles que se alquilaban con fines turísticos ya han pasado a figurar como alquileres residenciales.
La cifra confirma que el final del confinamiento y la apertura de fronteras no han influido en que un porcentaje notable de propietarios hayan optado por garantizar sus ingresos mediante el arrendamiento tradicional de su vivienda, renunciando a la mayor rentabilidad que les ofrecería el alquiler del activo a turistas que quizá este año no lleguen a venir.
Por provincias, aquellas en las que se ha producido un mayor trasvase de alquiler turístico al residencial son Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Almería, Tarragona Barcelona, Valencia, Cádiz, Alicante, Málaga, Girona, Granada, Baleares y Murcia.
También es de destacar el reciente crecimiento registrado en pisos.com de la nueva oferta de alquiler residencial disponible (sin tener en cuenta el trasvase de viviendas para alquiler turístico que ya estaban anunciadas en el portal): un 14,2% más de contenido de alquiler de larga duración en julio respecto al mes de mayo. Este incremento alcanza el 31% si se compara con el mes de abril.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, hace una lectura positiva de esta tendencia fruto del impacto de la crisis sanitaria en el mercado del alquiler: “Si bien el descenso del alquiler vacacional en España, un país que tiene en el turismo uno de los principales motores de su economía, es síntoma de que aún no hemos dejado atrás la crisis del coronavirus, lo cierto es que el aumento de la oferta en alquiler residencial permite un enfriamiento de los precios en las principales capitales del país, lo que facilita un mejor acceso a la vivienda por parte de la sociedad española”.
Tal y como muestran los datos del último informe mensual de pisos.com sobre el mercado del alquiler, algunas de las grandes ciudades españolas registran un precio medio del alquiler superior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado este año en los 1.108 euros mensuales en 12 pagas.
En este sentido, Madrid, con 1.892 euros al mes, es la capital más cara de España para arrendar una vivienda, seguida de Barcelona (1.775 €/mes), Donostia-San Sebastián (1.374 €/mes), Palma de Mallorca (1.361 €/mes) y Bilbao (1.215 €/mes). Sólo estas cinco capitales suman casi 6 millones de habitantes, un 12,5% de la población nacional.